Hablemos...

Hablemos

del campo:

Me he criado en él. Y es una pena verlo vacío. Todo el que plante algo, es para la pérdida, y no repite. No se saca para cubrir los gastos, sale perdiendo. Antes el campo era riqueza, y daba mucho; ahora te traen de eso mismo, cuando va a salir lo tuyo -casi regalado-, sabiendo de dónde y cómo viene; pero te hunden y te arruinan. Pero, ahora los precios son ridículos, no te quieren a nada lo que cultivas (¡un litro de agua, vale más que uno de leche!).

Cada vez, son más los que dejan el campo, cada vez son menos los que trabajan en el campo. Nadie se arriesga a invertir en él, lo que le va a dar pérdidas. Han cambiado el campo por el turismo, y ahora ni uno ni el otro; y no se vuelve al primero y desde siempre. Y, de seguir así, esto no ha comenzado. La que se nos echa encima, no es ni imaginada. Nos vamos a la miseria.

El campo, está todo protegido; y se nos han cerrado las puertas al mismo. El campo daba un sueldo fijo y comida de sobra (ayer me decía alguien que una ola de calor, estropeó la cosecha de sandías, y comparó: antes, donde se plantaba una sandía, al lado de la misma, se rodeaba de millo, que le daba sombra y la protegía, y le daba doble producción [millo y sandías], mientras, que ante una cabra, con el ubre a reventar, se morirían de hambre, porque no son capaces de sacarle un chorro de leche). Se está perdiendo la sabiduría del campo, la agri-cultura.

El campesino que queda, está deprimido, está desencantado, desilusionado...; no, no es rentable trabajar en el campo, por culpa de quienes no lo amparan, ni ayudan. Cada vez, el campo produce menos, y cada vez es más el paro, y más los que comen gracias al abuelo, con el resto de otros familiares. Ya cada vez, son más los que se quedan en casa, ¿a dónde ir, si no tienen un euro en el bolsillo?

La dureza del campo, hace que muchos jóvenes, se nieguen ir al campo; por otra parte, el medio ambiente lo va a ver como un enemigo a abatir, y lo van a multar por todo y por nada. Hay tierras, pero la tierra está muerta (protegida).

El Padre Báez.