Nadie crea las odio (a las
tabaibas)…
… muy al contrario, las amo, pero en su justa medida. Y prueba de ello
(me van a disculpar la aparente falta de modestia o de humildad, si me
auto-cito), es que en mi libro: “ALMA GUANCHE. Desde el Tagoror Rojo (Sábor):
La Historia de Gran Canaria, contada por cien guanches (Siglo XV)” Imprenta
Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 2003), se pueden leer o confrontar
distintas citas en una visión muy positiva de las mismas, y como muestras de
ellos algunos ejemplos:
- en la Pág. 41, ya aparece la foto de la Tabaiba Gigante (que tiene
de grueso un metro de diámetro, y ramas de cuatro metros de altura y un círculo
cuyo diámetro supera los ocho metros). Cita entre Tasarte y Tasartico.
- en la Págs. 49/50/51…, se puede leer: “… la senda de las Tabaibas…, nuestros hombres, vienen de las crestas,
montañas y barrancos, entre tabaibas, cardones y otras hierbas…, en búsqueda de
la Tabaiba Gigante -milenaria ella- a cuya sombra, ya nos sentábamos (habla
un guanche), y prueba de ello, el
conchero que la rodea…” etc.
- pág. 214…, donde vuelve a aparecer citada, y así hasta llegar a la
pág. 324, y les ahorro nuevas transcripciones o citas.
Que según el refranero, si para
muestra basta un botón, ahí quedan más de uno. Si algo tuviera en contra de
la tabaiba, ya en este u otros libros que tengo publicados, donde en reiteradas
ocasiones son objeto de muy buena consideración, no las citaría. Y en contra de
lo que se pudiera pensar, las amo, pero repito: “en su justa medida” (no ya en ese reboso y desborde total, donde ya
no se ve otra cosa, sino tabaibas [gran fuente de recaudación cabildicia, razón
por la que no se la desprotege, pues dejarían de multar por ellas y sería la
ruina de ese segundo gobierno que nos aprieta y estrangula por todas partes]).
El Padre Báez.
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