jueves, 20 de febrero de 2014

a la redonda


Chacho, ¡es demasiado!...

 

… que vas y sales un día desde Jinámar donde vivo, y dejando Telde atrás hacia Cuatro Puertas, no vas viendo sino tabaibas antes y después de Telde, a ambos lados de las carreteras y hasta donde la vista alcanza; y avanzas hacia Ingenio, sin que la tabaiba nos abandone en ningún momento o trecho; que llegas a Agüimes y antes y después y a la redonda no ves sino tabaibas a un lado y otro, sin más; que dejas Agüimes y comienzas a subir hacia Temisas, y ahora hasta lo más alto de las montañas al fondo y desde la costa la dichosa tabaiba que emborracha y marea con su sola y total presencia; y entras a Santa Lucía, y desde mucho antes las tabaibas no te abandonan; que sigues ruta hacia Tunte, y siempre-siempre la tabaiba echándose encima de uno por las carreteras y hasta las cumbres, sin dejar barranco, cercado, risco o llano; que dejas Santiago de Tunte y te bajas hacia Fataga y la omnipresente tabaiba siempre a tu vera a ambos lados de la carretera; y sigues bajando hacia Arteara, y más tabaibas que suben hacia Amurga y Las Mesas, a ambos lados del barranco; y hasta la playa de Maspalomas, te acompaña inseparable y fiel la dichosa tabaiba; y regresas por Vecindario y siempre la tabaiba; tabaibas y más tabaibas y siempre tabaibas y solo tabaibas; imposible contarlas, porque están por todos lados y por todas partes; son una plaga, son exterminadoras, son invasoras, son infinitas, son una maldición, nada hay que se pueda comer sembrado o plantado sino tabaibas-tabaibas-tabaibas… nada digo si la ruta es otra, suban, suban a La Aldea y desde Agaete por el Andén Verde, Tirma, Tifaracás… regrese por Mogán, y díganme qué han visto, que no sea tabaibas, tabaibas, tabaibas… pues, están protegidas, y el cabildo se embolsa por agresión inocente a solo una entre los cuatrillones y cuatrillones (no trillones, ni billones, mucho menos millones, sino cuatrillones de ejemplares que hay), te clavan los 6.000,00 euros, que se embolsa (el cabildo) a tu costa, y no hay un solo hombre de campo, que no haya sido denunciado y no haya pagado en pesetas millones, por daño a la tabaiba).

 

El Padre Báez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario