Si usted…
… se encuentra con una tabaiba, dé un rodeo, aléjese y apártese de
ella, y no ya por el daño que le pueda ocasionar, si su leche maligna y
envenenada le pueda salpicar, sino que si lo denuncia alguien porque la dañó o
le hizo algo, entonces más le hubiera no haber salido de campo ese día, porque la
multa ¡le levanta una muela! Y es que si usted va por un camino, de toda la
vida, y a su vera se nació una tabaiba sagrada, ya usted, enrísquese pero no ose
ni se atreva, no ya a quitarla del sendero, es que ni un esqueje o rama. Y
mucho menos, si tiene usted la desgracia, de tener un cacho tierra, y esperando
la época de su siembra o plantación, se le adelanta en nacer en su feudo, una
tabaibita, ¡ni se atreva a quitarla!, porque le van a quitar a usted la paz,
además de su dinero, porque… ¡pobre hombre de Dios (o sin dios)!, ¿no sabía
usted, la sagrada y divina planta, no se la puede extirpar o quitar de su
terreno, y así en poco tiempo -un par de años- su cercado, cadena o finca,
estará cual manto, todo ello copado por las cientos y miles de tabaibas que con prodigiosa y
milagrosa proliferación pronto se llenará o copará todo de su presencia, y
contra ella, nada puede hacer usted toda vez que protegida por las autoridades,
no se la puede ¡ni tocar!, salvo las multas dichas…, y ello, con tener tantas,
que las islas se repletan de ellas, al estar ya completas, y es que en Bruselas
y en las mentes de los cabildos, creen es un endemismo, próximo a desaparecer
al solo haber dos o tres ejemplares de ellas, sin caer en la cuenta que hay que
contarlas ya por millones, billones, trillones…, de ejemplares, que llegará en
su día -antes por los pájaros o canarii-, a ser cambiadas de nombre (las islas
tabaiberas), y nos tendremos que ir, para que en su reino, solo ellas al sol se
sigan reproduciendo hasta el infinito.
El Padre Báez.
PD.- La multa más pequeña, por hacerle algo a una tabaiba, es de
6.000,00 €., así que ándese con cuidado y huya de ellas. El caso es, que están
por todas partes y es difícil no rozarse con ellas, y…
¡el que avisa, no es traidor!
Buenos
días Padre Báez;
Me alegro
mucho que retomara la escritura diaria de los correos, para mí es un privilegio
el leerlos, ya que en ellos hay una gran verdad, le comento que con los perros
y las tabaibas estamos arreglado.
Tengo un
amigo concretamente en tres cruces por la zona del Madroñal, tiene unas
cabras padre , “Dios mío”, las suelta por la mañana y ellas solas
regresan por la tarde noche abastecidas de comida y agua que por la zona hay,
los ubres llenos de leche riquísima, amigo me pegue una escudilla recién
ordeñada con gofio, riquísima, cuando ya me iba me preparo unos cartones de
huevos frescos y una cajita de papas del país riquísimas, le comento esto
porque es lo que usted dice y me digo tiene toda la razón el padre Báez,
podemos vivir del campo sin problema alguno, y el que pasa hambre es porque no
le gusta trabajar, porque tierra para eso sobra.
Yo
traería a más de cuatro políticos de estos que no tienen ni
pajolera idea de lo que es el campo, solo piensan en salvar una planta maldita
que no sirve para nada más que envenenar nuestra tierra, enseñen ustedes a
ordeñar y labrar la tierra y déjense de mariconadas para perros, la verdad
padre que en los momentos que estuve con mi amigo me acorde de usted y de lo
que siempre comenta, es la pura verdad, siga usted con su guerra que muchas
personas le apoyamos y a ver si algún día estos se dan cuenta y espero que no
sea demasiado tarde.
Un
cordial saludo y un abrazo.
L. S. R.
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