POPURRÍ 473:
En el Año de la Fe (97): El que pierde la Fe; está a su vez, perdido.
Al habla el historiador (473):
Me da vergüenza y pena...
... que no ha llegado la cuaresma y estamos ya en el carnaval.
Vergüenza y pena, que la prensa desde ya...
... le dedique portada –como desde hace ya días y semanas- a este tema, como cosa principal.
Y además, le dedique en el interior...
... páginas, y más páginas. Y en ello, el director, opiniones, concejales, alcaldes, etc., etc.
Y encima, nos quieran idiotizar, diciendo que esto es por y para el turismo...
... ¿es que ya el turista no viene a tomar sol sino a ver a drag, cabalgatas y mogollones?
Pero, ¿por quién nos toman?...
... ¿quién ha visto un solo turista, en una de estas gamberradas?
Y si los turistas vinieran...
... ¿no se preguntarían qué carnaval es este que se adelanta meses, y se atrasa otros tantos meses?
¿Y es que vamos a comer de las divisas que dejan los turistas carnavaleros...
... que presuntamente vienen al carnaval?
Entonces, ¿el carnaval, no es para los tabaiberos, sino...
... para los turistas? Y esto, ¿dónde esta el tonto que se lo cree?
Encima, no les dan vergüenza transmitirlo y retransmitirlo...
... a espakistania y al mundo, para que vean lo listos que “semos”.
¡Qué bajo hemos caído, por culpa de los gobiernos municipales...
... que tienen hasta concejales exclusivamente para el carnaval!
Así nos luce el pelo, que mientras saltamos como cigarras...
... otros trabajan como hormigas, y nos traen la comida importándola.
Mientras en el tabaibal, no se celebre el carnaval los tres días del calendario...
... no saldremos de la crisis.
Un carnaval que idiotiza, que embobece, que degenera...
... no es un carnaval, sino tener al populacho entretenido, discutiendo quién se disfrazó mejor, y a quién debió corresponder el título o premio.
Carnaval-carnaval, sí; pero...
... el Domingo antes del Miércoles de Ceniza, sin más, como en el mudo entero.
Pero...
... desgraciadamente, aquí andamos de carnaval todo el (santo) año.
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“... el rey se alegra por su fuerza...” (Salmo 20).
“... tus acciones, Señor, son mi alegría...” (Salmo 91).
“... estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres...” (De la carta de san Pablo a los Filipenses).
“... el gozo de creer sea alegría...” (Del himno de Laudes).
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¡Un respeto al muerto!
Es, uno de los muchos valores del campo (en la ciudad y grandes poblaciones no sucede). Pasó en Valleseco: salíamos de una misa de córpore, de un hermano sacerdote, y tres de los nuestros –un servidor entre ellos- salidos del templo, cruzamos la plaza, y nos acercábamos hacia la calle-carretera, frente a la Iglesia, en busca de un bar donde tomarnos un café, y henos en la sorpresa de no encontrar ningún establecimiento donde tomarnos el buchito, y asombrados ver, que todas las puertas estaban cerradas, y encima de la acera, en la de enfrente, unos tres caballeros u hombres, y preguntamos, si en el lugar no había donde tomar algo, y nos dijeron: “¡aquí mismo!”, pero está cerrado dijimos, y nos contestaron; “¡por respeto al difunto, pero empujen, que está abierto!” Y en efecto, dentro los había en una media docena, que tomaban cada cual lo suyo; cerveza, un ron o café al que nos sumamos. Y, me sorprendió, que el gerente de dicho lugar no era una persona mayor, sino –calculo- alguien de unos cuarenta años, más o menos, que como lo más normal, nos dijo al ser requerido por nosotros -un servidor- lo de la puerta cerrada, a lo que volvió a decirnos, lo que fuera: “¡es, por respeto al difunto y a su familia, cerramos, y esperamos a que los asistentes se dispersen o se marchen, pero frente por frente a la Iglesia y el bar abierto en esas circunstancias, no!” Pues, toda una hermosa lección de sensibilización, de buenas costumbres y hasta de educación. Y pensé, qué distintos otros lugares, que ante tanto posible cliente, sería un buen bote y mejor reclamo, permanecer abierto para servir y aprovechar la ocasión, y sin embargo, ¡cuantos se marcharían –por no saber tal comportamiento- a tomar lo que fuera a otro sitio, perdiendo el del lugar, pero ganado los mismos ante los del difunto (sus familiares, vecinos y amigos) en estima y agradecimiento. Todo un gesto que eleva la consideración de la cultura exquisita, de quienes viven en el campo, que en este caso, nos dan una preciosa lección, de buena vecindad y de respeto ante quienes pueden llorar, y cerrar las puertas de su negocio –con pérdidas económicas (pero con ganancia en admiración, dignidad y honorabilidad, entre otras virtudes)- y no mostrar las voces o ruidos propios de un bar de pueblo, donde apasionadamente, se puede hablar del estado de abandono de la agricultura y de la ganadería, donde no se ve una sola cabra entre tanto verde, como cubre la tierra que contraria al nombre del pueblo, es todo lo opuesto, porque tratándose de más humedad y frescura la Madre del Agua, ésta otra zona es más seca respecto a la anterior y de ahí su nombre, pero es una de las zonas más verdes (por bosques y hierbas), de la isla, donde la lección explicada, bien la pudieran imitar otros, por respeto al muerto (o difunto y su familia). Y, como consideración final, alguien que saliendo de su casa, cuando dejamos el coche dos calles más atrás del recinto sagrado, se nos une en la misma dirección y motivo y sin más, nos comentaba, la desgracia de no valorar la producción propia, con ser más sana, por algo que nos traen de fuera desconociendo el trato de esos cultivos y la poca calidad de los mismos respecto a los nuestros, y nos hablaba de sus papas, sus cabras, y bla, bla, bla...
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