viernes, 5 de agosto de 2016

Siempre juntas, unas con otras...
... es el caso de las gallinas, a donde va una, van las otras, nunca están solas, ni separadas, hacen corro, van como borregas todas juntas, y así jamás se separan, ya estén a campo abierto, como dentro del gallinero, siempre unas con las otras (repito). Toda una hermosa y gran lección de hermandad, fraternidad, amistad, conjunto, unión etc. Y es, que es interminable la observación y el encontrar virtudes a imitar de las simples, y humildes gallinas, que en este caso nos dan la ocasión de recordarnos debemos estar unidos, y nunca enfadados, y es el caso, que nunca hay motivos para separarnos de nadie, ni para enfrentarnos; que si somos todos hermanos, y lo somos por ese parentesco que nos viene desde Adán y Eva, o desde que apareció el hombre y evolucionó, y según teología no se opone al cambio que sobre nosotros ha ocasionado -y al presente lo tenemos con la vida sedentaria, sin agricultura ni ganadería- la evolución del ser humano, en cuanto influenciable por alimentos, clima, altitud, etc., etc., que el hombre, como las gallinas no debiera ser un lobo solitario, sino en grupo, en perfecta hermandad, aparte la sangre o apellido, todo hombre es mi hermano y no he de huir de nadie, salvo en defensa de la propia vida.
El Padre Báez, que llevando a la práctica cuanto precede más arriba, pone el ejemplo del Presidente del Cabildo al que poco le doy cada día por lo mucho que se merece, pero por caridad fraterna no me paso, y que a pesar de los pesares, nunca le negué el saludo cordial y afectivo, y ello a pesar de mis críticas a su gestión, y he dicho bien porque contra su persona, no tengo nada que objetar; ¡y sí -y muchísimo- sobre su gestión!, diferencia que a muchos les cuesta entender, y más practicar: máximo respeto por su dignidad humana y cargo, pero digno de represión, necesitado de corrección, y un servidor cumple, lleno de respeto a su persona, ataco frontal y directamente sus acciones: no es de recibo matar las cabras, y menos plantar de pinos toda Veneguera -ni en ninguna parte más-, y por ello, gritamos y pedimos:
¡SALVEMOS A VENEGUERA!, y todas las islas de l pinos, para evitar incendios como el de La Palma, por aquello de: ¡ya te rondaré morena!, repito, que los castañeros, no arden ni con gasolina que se les echen y sin embargo lo que planta el cabildo, todo tiene resina, ¿y no quiere que arda?, ¡hasta el sol la puede prender! Bastaría un cristal de una botella rota, sin más. Y sin animal alguno que coma algo, y sin agricultura que elimine nada: incendios en potencia miles. No añada más fuego el cabildo que arda, plantando solo pinos y no árboles frutales (estos no arden).
------------------------------------
G. F., me dice (sin corrección, para no faltarle ni a una coma):
Los hay peores, Coalicion canaria y socialistas acabarán con el terreno agrícola con su ley del suelo
No se equivoque  padre Baez

-------------------------------------------
“... ¿de dónde vendrá el auxilio?...” (salmo 120). / “... ¿quién no temerá?...” (Ap 15, 3-4). /  “... ¿se alzarán las sombras?...” (salmo 87).

No hay comentarios:

Publicar un comentario