Leche de tabaiba…
“… ávido de ganancias…
insubordinado, charlatán y embaucador… todo para sacar dinero…” (de la carta del
apóstol san Pablo a Tito 1, 7-11; 2, 1-8).
“… queda atrás… esterilidad y
pobreza…” (de la homilía pronunciada por san Leandro, obispo, en honor de la
Iglesia, al final del Concilio tercero de Toledo).
“… ¡cuánta guerra me han
hecho… cuánta guerra me han hecho… los malvados…!” (del salmo
128).
“... hace mal a su
prójimo...” (del salmo 14).
… les confieso, la idea no es de un servidor, sino de
alguien que me llama de Ingenio, por donde las tabaibas lo copan todo y más, y
lector de los comentarios tabaiberos de uno, me llama y da la siguiente idea, y
que: ¿por qué no doy la idea al cabildo, puesto que tanto defiende a las
tabaibas, que por qué no hacen una empresa lechera en la que hagan leche de
tabaiba y embotellada, la exportemos a Europa?, y a ver si acabamos así con
media humanidad, porque aquel que la pruebe, ¡p´ al piso! Como idea, no está
mal, pues por falta de materia prima no va a ser, dado que tenemos un mar de
leche de tabaibas, si como los guanches la usáramos para pescar, digo: blanco se
volvía el azul del mar, con tantísimas toneladas de leches de tabaibas, pues es
una fuente inagotable y creciente a más. Que la leche de tabaiba no se la
utiliza para nada es sabido, y mira que quien me daba por teléfono la idea, me
decía se acerca con sus 59 años a los de la jubilación, y solo piensa ya en una
pensión que le den estos mangantes, ladrones todos (porque a unos los han
descubiertos pero los encubiertos todavía son más, muchos más, muchísimos más),
y entre ellos el cabildo el mayor ladrón, quedándose con tierras ajenas, por no
poder pagar las multas sin delito alguno, sus dueños, y que dice mi amigo, que
él se conforma con una pequeña pensión, si es que se la dan, que le alcance para
comprar la leche, y si no -le digo- amigo Pepe, a comer (beber) leche de
tabaiba. Y es, que leche de tabaiba le daba yo a ellos, para purgarlos, y a ver
si limpios sus cuerpos, llegan a limpiar sus almas, y se dejan de multar, y de
prohibir, y de controlar, y de atacar y vigilar al campo todas las horas del día
y de la noche, que están dejando vacío el campo, y los que quedan, quedan
llorando, porque nada pueden hacer, sino morirse de hambre, toda vez que la
leche de tabaiba no es comestible, nada se pueden echar a la boca, pues ni
retamas, ni pinos, tampoco son comestibles, salvo que ayudan en sus vuelos a los
pinzones, pero ya se sabe se los comen los gatos asilvestrados, y sus huevos
nunca podrán llegar a una sartén para una tortilla. Es decir, tenemos un cabildo
ladrón, que nos roba por multas y por tierras heredadas que se las pierden al
ser compradas por ellos o por cobrarse en terrenos las multas, que con esa idea
ponen, y esto es corrupción peor que la de esos alcaldes españoles, que los
nuestros no son menos, sino que no son investigados, que si lo fueran y
empezando por el cabildo, las cárceles no daban cabida a tantos chorizos
gobernantes, que machacan con multas a pobres gobernados, que pagan o se quedan
sin sus propiedades, ¿son o no ladrones legales?.
El Padre Báez.
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¡Gracias mil a la Universidad que va a la cola de las
del estado español, que al fin pare algo de valor inusitado, sorpresivo, y que
la pondrá en cabeza de las del mundo mundial!:
No, Padre Báez,
un nuevo estudio de la UDLPGC ha demostrado innovadores remedios terapéuticos
con el uso de la leche de la tabaiba. Contiene una sustancia, la tabaibina, muy
eficaz para frenar la alopecia galopante, asunto que a usted no le vendría mal
ya que, sonrientes, los cuatro pelos que le quedan se lo agradecerían con
devoción. Embadúrnese usted toda la cabeza antes de misa, para que en ella los
feligreses apuesten por la recomendación de su pastor, en lo que se refiere al
nuevo producto capilar para el cuero cabelludo Made in Canari. Empegóstese usted
la cabeza, que verá en breve los inimaginables resultados; lo que además
supondrá que sus ceremonias empezarán a contar con un número ingente de calvos
desesperados. Empiece bautizando a los niños con leche de tabaiba y a modo de
prevención, para tener en el futuro una sociedad peluda y no
pelona.
(I. S.
L.).
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