Nos la pegan con
queso.
Nos la pegan con
queso: Y ello, porque sin casi cabras, con menos ovejas y con vacas
desaparecidas, y con cuatro quesos quieren que un millón de personas coman
quesos de aquí; y aquí, como no nos los hagan con leche de tabaibas, otros
quesos no podremos comer, porque es que no alcanza, ni para los que los hacen.
Y, es que el sector primario ha desaparecido, queda en esqueleto, y algún parche
minúsculo. Y, como no comamos queso de fuera, nos chupamos los dedos. No, no hay
queso de o en Gran Canaria (¡hubo queso en otro tiempo, cuando habían vacas,
cabras y ovejas por todas partes!). Se pierde con ello una tradición única y
excepcional, de miles de años. Producíamos el mejor queso del mundo (con premio
al mejor queso del mundo al que aquí producíamos). Ya, no hay queso de aquí (y
nos engañan diciéndonos es de aquí, pero es mentira). Lo que era nuestro queso,
nuestros quesos, han desaparecido. No hay sector primario, no puede haber
consecuentemente queso alguno. Si comiéramos lo que da nuestra tierra, nos
moriríamos de hambre. Volveríamos a nuestros quesos si se volviera al pastoreo,
a la ganadería suelta, pero ya sabemos: el cabildo mata nuestras mejores cabras,
precisamente por eso, por estar libres, sueltas, que son las mejores y de mejor
leche, y donde pastaban, se lo han llenado –y siguen, sin parar hasta doblar el
número de pinos existentes- plantando pinos. Somos grandes consumidores de
queso, que antes era nuestro, y ahora viene de fuera; y eso que elaborábamos el
mejor queso del mundo; el queso que se produce es para el que lo produce, y no
llega al mercado; es mentira el queso -que ya no hay- sea distinto según la
zona, pues las cabras y ovejas enclaustradas y comiendo todas piensos y comidas
traídas de fuera en explotaciones sin ver el sol, es el mismo y todo igual; toda
vez vacas ya no quedan y las ovejas están desapareciendo y el cabildo mata las
cabras, ¿qué quesos podemos tener o hacer? El queso de flor casi ha
desaparecido; el tierno casi no existe; curado, no llega a ello; y el
semicurado, ¡a menos! Sabido es, cómo el cabildo mata nuestras mejores cabras, y
las cuatro vacas que nos quedan están todo el santo o profano año de romería,
aunque los boyeros no pisan la Iglesia, pero en el cercado junto a la Iglesia,
durante la Misa, esperando la procesión y la mayoría de los mirones. ¿Y me
hablan de queso?, ¿qué quesos?, ¿de leche de tabaibas?, ¡eso es veneno! El otro,
el de cabras, ovejas y vacas pasó a la Historia; pudiera volver, si no matan las
cabras libres, y si volvieran los ganados al campo, a pastar, como
siempre-siempre se hizo y fue, y no tener los pocos animales que quedan con
comidas de fuera, sin ver el sol.
El Padre Báez, Pbro.
21-06-18
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