TTPT (tonta tomadura de pelo
tabaibero)...
“... rebaños
habitó en la tierra...” (del salmo 67).
... los ganaderos
de Telde, en Telde ya no quedan ganaderos, podrán conocer cómo alimentar a las
cabras, por eso mismo, por no saber alimentar a las cabras, éstas han
desaparecido, el cabildo imparte un
curso, ¿un curso que dura menos de un día?, ¡exactamente tres horas!, ¿eso
es un curso?, el día 21 de mayo, eso,
tres días antes de votar,
el ajunta y miento ayuda en tan importantísimo curso,
que te habilitará para ser un buen pastor, luego el miedo y el seprona se
encargarán de arruinarte a multas, te
enseñaran cómo se maneja la alimentación de las cabras, es decir cómo
echarle un puño de yerba a la cabra, cómo segarles un jase de yerba sin dañar a
las tabaibas. Pero, ¡ojo!, si su cabra es
de poca leche, no asista al curso, porque es un curso para quienes tengan cabras de alta
producción, pero toda vez solo se
admiten 25 cabreros (y a ver si pasa como el otro que también dieron
parecido al que solo asistieron tres, y
ninguno era del ramo en cuestión, sino curiosos), pero la clase única del
curso de tres horas, no se da en el campo, sino en el aula de la calle león y castillo,
que está en frente del museo de león y castillo, esto para que no se pierda y
vaya directo -mese olvidaba la hora: de 17,00 a 20,00 horas-. El curso -¡vaya
curso!- lo organiza gente del servicio de
extensión agraria, desarrollo agropecuario (¿?), y de peces del mar del cabildo
de aquí, y no lo da ningún experimentado anciano y sabio pastor, sino un nutricionista de cabras y otros
rumiantes, que sabe lo que le gusta comer a las cabras, y que como es de una
firma comercial no le hago publicidad, ni a él ni a la empresa. Y punto. Punto y
seguido: los ignorantes que no sepan cómo y qué comen las cabras si se las
dejaran libres campear o pastar, podrán
aprender, ¡oh maravillas de la ciencia y del saber!, entre otros asuntos, el comportamiento de
una cabra frente a un prado de hierba fresca y variada, ¡vamos es que
retozan de lo lindo con cabriolas y todo!, pero vaya para que se lo repita el nutricionista, sobretodo, los alumnos
que asistan a tan importantísimo e imprescindible curso, aprenderá también la capacidad de la cabra
para comer o ingerir -dicho más finamente usted-, y cómo a partir de
entonces, cuando usted aprenda cómo come su cabra, ésta le va cambiar el metabolismo, la
evolución, el peso, y la producción en leche y carne, y como si se le muere
de una hartura, pues: ¡a Zaragoza con los despojos de la misma, y pagará usted
al cabildo, con corona de flores, coche fúnebre, exequias, funeral y toda lo
demás!, esto de la muerte de la que era su cabra, por si la cabra sufriera alguna patología de su mala
alimentación, por no estar usted atento en el curso a la lección magistral acerca de qué y cómo darle
de comer a su cabra. Curso de inmensa necesidad e imperiosa actualidad
juvenil en efervescencia de vuelta al campo, donde los esperan los del sepro y
el miedo para multarlos como desesperados para recaudar a favor del cabildo que
te da cursos de tres horas sobre la
alimentación de las cabras. ¡Toma curso cabrero! Y, si la cabra está embarazada -dicen
ellos; yo: preñada- te explicarán el
sentimentalismo cabreril que se pone antojadiza la futura mamá, y bla, bla,
bla., y cómo has de complementar vitaminas a la futura madre (ahí entran los
productos de la empresa del nutricionista profesor), que dejará de ser machorra,
o pare ya segunda, tercera, o más veces. ¿Comprenden ahora lo del representante de una empresa que da el curso
(aditivos, vitaminas, minerales, etc.)?, para la que está en buena
esperanza, ¡ya me entienden!, ¿no? Y aunque saben no van a asistir ni tres
cabreros, porque no los hay, te dicen el
aforo es de 25, ¡que ya quisieran ellos!, que para inscribirse, para eso está el servicio
de extensión agraria del cabildo de aquí, que luego te multa y viven de ti,
pobre cabrero que tienes que aprender qué
comen las cabras. Hierbita, hierbita..., pero te dan un curso, y la verdad: no sé -ni me
interesa- si es gratis, que todo eso y más, lo aprendí de mi padre, que no era
nutricionista de cabras, sino descendiente de los guanches, desde donde vienen
-sin cursos de tres horas- todas las cabras -cada vez menos- que tenemos. ¡Nos
las dan con queso (quesos con y de leche de tabaibas)!, ¡y nos chupamos los
dedos!
El Padre Báez.
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20 Mes de mayo,
mes de María, Ella la flor más hermosa:
Dama fina.- María, la más
hermosa de las mujeres, esculpida por Dios para Sí mismo, su Hijo y
nosotros.
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