martes, 19 de mayo de 2015

TTPT

TTPT (tonta tomadura de pelo tabaibero)...
“... rebaños habitó en la tierra...” (del salmo 67).
... los ganaderos de Telde, en Telde ya no quedan ganaderos, podrán conocer cómo alimentar a las cabras, por eso mismo, por no saber alimentar a las cabras, éstas han desaparecido, el cabildo imparte un curso, ¿un curso que dura menos de un día?, ¡exactamente tres horas!, ¿eso es un curso?, el día 21 de mayo, eso, tres días antes de votar,
el ajunta y miento ayuda en tan importantísimo curso, que te habilitará para ser un buen pastor, luego el miedo y el seprona se encargarán de arruinarte a multas, te enseñaran cómo se maneja la alimentación de las cabras, es decir cómo echarle un puño de yerba a la cabra, cómo segarles un jase de yerba sin dañar a las tabaibas. Pero, ¡ojo!, si su cabra es de poca leche, no asista al curso, porque es un curso para quienes tengan cabras de alta producción, pero toda vez solo se admiten 25 cabreros (y a ver si pasa como el otro que también dieron parecido al que solo asistieron tres, y  ninguno era del ramo en cuestión, sino curiosos), pero la clase única del curso de tres horas, no se da en el campo, sino en el aula de la calle león y castillo, que está en frente del museo de león y castillo, esto para que no se pierda y vaya directo -mese olvidaba la hora: de 17,00 a 20,00 horas-. El curso -¡vaya curso!- lo organiza gente del servicio de extensión agraria, desarrollo agropecuario (¿?), y de peces del mar del cabildo de aquí, y no lo da ningún experimentado anciano y sabio pastor, sino un nutricionista de cabras y otros rumiantes, que sabe lo que le gusta comer a las cabras, y que como es de una firma comercial no le hago publicidad, ni a él ni a la empresa. Y punto. Punto y seguido: los ignorantes que no sepan cómo y qué comen las cabras si se las dejaran libres campear o pastar, podrán aprender, ¡oh maravillas de la ciencia y del saber!, entre otros asuntos, el comportamiento de una cabra frente a un prado de hierba fresca y variada, ¡vamos es que retozan de lo lindo con cabriolas y todo!, pero vaya para que se lo repita el nutricionista, sobretodo, los alumnos que asistan a tan importantísimo e imprescindible curso, aprenderá también la capacidad de la cabra para comer o ingerir -dicho más finamente usted-, y cómo a partir de entonces, cuando usted aprenda cómo come su cabra, ésta le va cambiar el metabolismo, la evolución, el peso, y la producción en leche y carne, y como si se le muere de una hartura, pues: ¡a Zaragoza con los despojos de la misma, y pagará usted al cabildo, con corona de flores, coche fúnebre, exequias, funeral y toda lo demás!, esto de la muerte de la que era su cabra, por si la cabra sufriera alguna patología de su mala alimentación, por no estar usted atento en el curso a la lección magistral acerca de qué y cómo darle de comer a su cabra. Curso de inmensa necesidad e imperiosa actualidad juvenil en efervescencia de vuelta al campo, donde los esperan los del sepro y el miedo para multarlos como desesperados para recaudar a favor del cabildo que te da cursos de tres horas sobre la alimentación de las cabras. ¡Toma curso cabrero! Y, si la cabra está embarazada -dicen ellos; yo: preñada- te explicarán el sentimentalismo cabreril que se pone antojadiza la futura mamá, y bla, bla, bla., y cómo has de complementar vitaminas a la futura madre (ahí entran los productos de la empresa del nutricionista profesor), que dejará de ser machorra, o pare ya segunda, tercera, o más veces. ¿Comprenden ahora lo del representante de una empresa que da el curso (aditivos, vitaminas, minerales, etc.)?, para la que está en buena esperanza, ¡ya me entienden!, ¿no? Y aunque saben no van a asistir ni tres cabreros, porque no los hay, te dicen el aforo es de 25, ¡que ya quisieran ellos!, que para inscribirse, para eso está el servicio de extensión agraria del cabildo de aquí, que luego te multa y viven de ti, pobre cabrero que tienes que aprender qué comen las cabras. Hierbita, hierbita..., pero te dan un curso, y la verdad: no sé -ni me interesa- si es gratis, que todo eso y más, lo aprendí de mi padre, que no era nutricionista de cabras, sino descendiente de los guanches, desde donde vienen -sin cursos de tres horas- todas las cabras -cada vez menos- que tenemos. ¡Nos las dan con queso (quesos con y de leche de tabaibas)!, ¡y nos chupamos los dedos!
El Padre Báez.
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image20 Mes de mayo, mes de María, Ella la flor más hermosa: Dama fina.- María, la más hermosa de las mujeres, esculpida por Dios para Sí mismo, su Hijo y nosotros.

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