Enigma
tabaibero...
“... el Señor a tu derecha, el día de su ira...” (del
salmo 109).
“... llegó tu cólera, y el
tiempo de que sean juzgados...” (del Apocalipsis).
... o, en El Tabaibal,
no resuelto: ¿Quién mató a Antonia? A partir de mañana (día 1 de mayo), comenzaré
por 16 días a darles datos de una muerte ocurrida en mi parroquia, sin que nadie
haya dicho ni pío, y hay pistas más que suficientes para deducir quién la mató,
que aunque no directamente, debe ser igualmente culpable por poner las
condiciones para que esta muerte se produjera, lo cual es un asesinato en toda
regla.
Ya hacia el final les propondré para el día 17 (ayer) acercarnos al lugar
de los hechos, todos aquellos que lo deseen. Por supuesto, las pistas que un
servidor pueda dar (callo muchas otras), no son afirmaciones categóricas sino
supuestas, con lo cual no acuso a nadie en concreto. Ustedes, mis amigos
concluirán, si antes no lo hace la justicia. ¿El seprona?, ¿el
hambre?, ¿el frío?, ¿el medio (miedo) ambiente? Como ven no acuso, sino que
pregunto; pero, seguro que uno de ellos supuestamente fue; tal vez, ¿entre todos a una? El antiguo periódico EL
CASO, lo hubiera resuelto ya. Y no crean es ficción, novela o cuento, que se
trata de una Historia real, cierta, verdadera. Apareció muerta, llevaba según
parece cuatro o cinco días; lo cierto y verdad -según cuentan-, los ratones ya
se comían su cara... la encontraron muerta entre el pórtico de su cueva y el
patio... Allí, en el quicio de la puerta
pasaba horas de pie, aunque tenía un pollo donde solía tomar el sol. Allí, de
pie, con la mirada perdida, la encontré en más de una ocasión en mis visitas,
sin esperarme... y, ¡oh su alegría! No era fácil despedirse de ella, porque
seguía, seguía hablando por más que te despidieras de ella, y le dijeras: “¡adiós, que me voy!” No quería
despedidas, sino conversaciones sin fin: te enseñaba las fotos, las comentaba,
te contaba siempre lo mismo muchas veces... su edad (a una mujer -aprendí- nunca
se le pide la edad): aparentaba sobre y más allá de los 80. Esta Historia
comenzó -para un servidor- porque una perra
cazadora -hace unos seis años (más o menos)- perdida, apareció parida en
su cueva-fogón, donde también su “perrilla” -como ella decía- negra, con seis
cachorros... Entonces más que ella
interesó a los de la prensa las crías de la perra perdida; y, por ser una
feligresa desconocida, me interesé por ella, y a partir de entonces la visitaba
con cierta periodicidad; también interesé al grupo de Cáritas hiciera lo mismo,
cosa que hacían con frecuencia. Cómo lloré y lloraba Cristina -voluntaria de
Cáritas-, que la visitaba con Eva, cuando me dijo la habían encontrado muerta;
nada se supo de su entierro. La metieron en el frigorífico... y sí, supe de un
funeral al que no pude asistir; un servidor, ofreció la Misa por ella, el sábado
siguiente en Cazadores. Era pequeña de cuerpo, de gran sonrisa y dientes;
siempre el pañuelo en la cabeza a la antigua usanza... A veces ni trajes, sino
trozos de tela cubría su cuerpo, con viejas medias, y alpargatas rotas. Morena;
olía mal (también la cueva); metida en recuerdos y en su cueva; una vecina
lejana le llevaba la minúscula compra periódicamente; según parece tenía dinero,
y frecuentaba la Caja de Lomo Magullo, donde sus ahorros o cobros; era viuda de
-no recuerdo- si 15 o más años, se casó mayor, no tuvo hijos. Era, como la
antigua y última guanche, viviendo en cueva; vivía como los guanches, en
cueva-cueva. De puerta verde, con geranios y rosales, calas y azucenas en su
patio. Baño no tenía, sino las tuneras, tal y como antes se usaba... Ante mis
constantes regalos, siempre que la visitaba, asombrada de sorpresa y alegría
decía: “¡qué lindo, qué lindo!” Y los
colocaba como en una exposición sobre sillas (imágenes de santos [Corazón de
Jesús, la Virgen del Pino, Santa Rita, etc.], también los Evangelios para cada
día con letra grande); siempre tenía la radio encendida, era su compañía, a la
que no prestaba atención, pero había ruido de fondo, en tanto silencio y
soledad. Vivía entre montañas, cerca de un barranquillo, entre Cazadores y La
Pasadilla, realmente en lugar apartado y escondido (de Ingenio), toda rodeada de
tabaibas, retamas, escobones, etc... En varias ocasiones escribí los vocablos y
palabras, también expresiones en desuso, y que ella mantenía con la mayor
naturalidad, cual si en otra época viviera; lejos y apartada de la sociedad...
colgados de las paredes de su cueva, almanaques de muchos años atrás (con
figuras de santos o no). Toda vez curioseaba su casa, donde sobre una cómoda
tenía la despensa, le pregunté sobre sus guisos y comida, y con sorpresa supe
-me dijo- la guardia civil, le prohibió hacer fuego, porque si veían humo
vendría el helicóptero y los bomberos y tendría que pagar los gastos de
desplazamiento de uno y otros, razón por la que no cocinaba, no guisaba -y al no
tener vitrocerámica (por falta de electricidad), ni gas (por no tener bombona),
razón por la que todo lo poco que comía era crudo y frío... Razón por la que iba
enflaqueciendo cada vez más. Para más inri, el invierno duro de la zona, con
temperaturas frecuentes bajo cero, con heladas, nieves, fríos, lluvias,
humedades, etc., sin poder encender el fogal donde cocinaba y a sus brasas se
calentaba, le hacía pasar noches sin abrigos tiritando de frío... hasta que la
encontraron muerta. Vuelvo -pues- al comienzo de esta más que triste y trágica
historia, digna de la mejor película: ¿quién mató a Antonia? Me rondan por la
mente varias respuestas: el miedo ambiente, el seprona, el frío, el hambre... ya
solo me quedan los recuerdos de aquella pequeña gran mujer -la última
guanche-... Que se resistió dejar su cueva de siempre, a pesar de que no la
dejaran cocinar, y el frío -tal vez- la matara (o el hambre), ante una política
de no dejarla encender el fuego de su cueva-cocina, heredada de los mismísimos
guanches, sin que jamás de una cueva se prendiera fuego y hubiera un incendio.
La pobre, obediente, no cocinó más, y ¿la mató el hambre?, ¿el frío?, ¿el
seprona?, ¿el miedo ambiente?..., ¿lograremos algún día saberlo?, ¿dio algún
Medio (escrito, televisado, internet, revista, etc., la noticia de su muerte
(los perrillos de una perra cazadora perdida que parió en su cueva-cocina, junto
a su propia perra, sí)? En recuerdo de esta mujer, propongo, convoco e invito a
hacer una excursión-homenaje a
Antonia... Desde la Plaza de Cazadores -junto a la Iglesia- para saliendo de ahí
a las 12,00 del medio día, acercarnos hasta su cueva -ahora ya sin ella- para
que quien quiera compruebe, si de aquella cueva-cocina, podría salir fuego que
prendiera incendio alguno en homenaje póstumo, y será un placer visitar ese
patio ahora ya con flores primaverales, cuales oraciones que se mueven hacia la
que las regaba y mimaba. Veremos su entorno, el fogal sin cardero en la cueva,
con la leña que no pudo prender para calentar comida alguna y hasta su mismo
cuerpo helado de frío, y como cosa preceptiva, llevaremos calzado cómodo para
andar por caminos de tierras y entre retamas, llevando el almuerzo para
compartir una jornada de reflexión sobre la política del cabildo... Que -para un
servidor- no solo ha matado la agricultura y ganadería, sino también -como en
este caso, a mí me lo parece-, a esta pobre mujer; y no es el único caso, ni
tampoco ocasión de mezclarlos con los de Antonia. Reitero: el día 17 de mayo
([por ayer] una semana antes de
las votaciones), cuantos quieran conocer en persona la Historia abreviada de
Antonia, y visitar la que fuera su cueva, su patio y cocina y juntos comentar
sobre lo allí sucedido, al tiempo de ofrecerle desde el que fuera su domicilio
en la tierra, un merecido responso y exigir: la justicia aclare esta muerte y
depure responsabilidades, para que atropellos como éste no se vuelvan a
repetir... Pues de igual manera pudiéramos visitar a quienes se les prohíbe
hacer el pan en sus viejos hornos de piedras en el patio de sus casas en el
mismo Cazadores, y conocer en la misma voz de los protagonistas afectados por
estas terroríficas actuaciones del cabildo a través del seprona y del miedo
ambiente, por la razón del humo, y posibles incendios y posterior e inmediata
visita del helicóptero y de los bomberos a apagar el fuego (¡al hacer el pan en
un horno, según costumbre y tradición y donde precisamente ya no hay ni una sola
tienda donde provisionarse del pan!), con puerta cerrada y en donde siempre se
hizo el pan, y jamás nunca eso fue inicio de prender fuego en ningún sitio sino
dentro del horno!)... Repito: el 17 de mayo (ayer) visitamos la cueva de
Antonia, q.e.p.d. Salida desde la Iglesia de Cazadores a las 12.00 horas. Pueden
traer niños, que vengan jóvenes y personas mayores, inviten a amigos, familiares
y conocidos. Es hora de empezar a abrir los ojos a la gente, y conozcan la
política terrorista que mal nos gobierna, sin corazón, sin lógica, sin moral.
Hay que parar todo esto, y nunca mejor que una semana antes de las elecciones,
para aportar elementos de juicio para decidir por quién nos libre de esta más
que mafia o lacra -según programa-, que nos mata, como es el caso de Antonia y
tantos otros, de los que nada se dice. ¡Por favor asiste e invita a quien te
pueda acompañar! Abrirás los ojos, y verás claro lo que nos hacen... Solo nos
quedan ya tres días -sin contar el de hoy- para quedarnos asombrados de lo que
pudo ser un asesinato, un crimen, un atropello, un abuso de autoridad, una
insensibilidad mayúscula, un comportamiento inaudito, algo asombroso, salvaje,
sin nombre. Vengan y lo verán. Verán que las letras o escritos, no expresan lo
que vamos a ver y lo que es algo inhumano, sin razón, sin lógica, algo que clama
al cielo, y que se sigue repitiendo, y para colmo todos lo tapan, hacen silencio
de una tragedia, de algo de locura, sin sentido. ¿Es que han perdido la razón?,
¿en manos de quiénes estamos?, ¿quiénes permiten estas actuaciones?, ¿les vamos
a seguir votando a los mismos?, ¿quién ha dicho esto va a cambiar?... Ya solo me
queda, decirles por si no saben cómo llegar hasta Cazadores, son varias las
posibilidades, y ello según de dónde se venga: que si del sur: subiendo por
Ingenio, La Pasadilla, se llega a Cazadores; que si del norte, se puede pasar
por la Cruz de Tejeda y desde allí antes de llegar a Los Pechos hay desvío a la
izquierda señalizado, hacia Telde; que si se viene desde Las Palmas de G.C. se
sube desde Telde por Lomo Magullo, La Breña y se llega a Cazadores sin pérdida
alguna; que si se viene del Noroeste, subiendo desde Mogán o desde La Aldea,
llegar a la Cruz de Tejeda y seguir la ruta anterior. O como dice el refrán: preguntando se llega a Roma...
Sinceramente, creo es un acto de justicia, a favor de la difunta Antonia,
que de no haberla matado el hambre o el frío y ello por la prohibición que
hiciera el fuego en el fogal de su cueva, comía todo crudo, sin guisar y frío, y
frío en el ambiente, y fríos los huesos y carnes de su viejo cuerpo, al no podía
calentar a las brasas de su fogal, porque de encenderlo -a pesar del invierno,
donde y cuando nada prende fuera, y porque jamás de una cueva-cocina nunca se
originó un incendio, esta mujer murió por causa de una política absurda, fría y
asesina, que mata agricultura, ganadería, tradiciones, costumbres, y a las
personas, sin que trasciendan estos asesinatos -digamos, y con referencia a
todas las entregas de presuntas muertes, como esta de Antonia- por el miedo o/y
el seprona... Mañana, quedaremos asombrados, al contemplar el lugar del
fallecimiento de una mujer, a la que se le prohibió cocinar y seguro -a falta
que autopsia alguna lo difunda- tuvo que morir de frío o de hambre, como
consecuencia de la prohibición de comer caliente y guisado y poder calentarse en
una fría, húmeda y helada cueva, de noches de tiritar, de días de hipotermia,
sin que la ley y normativa ridícula considerara lo antinatural e impropio de una
legislación que mata, destruye, desaparece el sentido común y nos hace
retroceder a la edad de la piedra, cuando y donde nuestros antepasados vivían
con mayor inteligencia que estos uniformados (guardias unos y policías los
otros, al servicio del cabildo), y... ¡mañana (por ayer) -día 17- lo veremos!:
A las 12,00 todos en
Cazadores, junto a la Iglesia para la salida a la cueva de Antonia (q. e. p.
d.).
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18 Mes
de mayo, mes de María, Ella la flor más hermosa: Codeso.- María, la que
cautivó a José por su gracia y belleza, por sus virtudes y sana alegría juvenil.
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Monsanto, por
si era poco con las tabaibas...
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