Si las tabaibas se
comieran…
“... el labrador aguarda
paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y
tardía...” (de la carta del apóstol Santiago 5, 7-8.11.
16-17).
“... verdee la tierra hierba
verde, que engendre semilla y árboles frutales que den frutos según su especie,
y que lleven semilla sobre la tierra...” (del primer libro de la Biblia [del
libro del Génesis 1, 1-2.11-13.26-28]).
“... a todo sarmiento mío que
no da fruto, lo arranca; y a todo el que da fruto, lo poda para que dé más
fruto...” (de Jesucristo, en el Evangelio de san Juan 15,
1-7).
“... no temas, sigue hablando
y no te calles...” (del libro de los Hechos de los apóstoles 18,
9-18).
“... germinen como hierba...
y florezcan... crecerá... se alzará... plantado... crecerá... en la vejez
seguirá dando fruto... y estará lozano y frondoso...” (del salmo
91).
“... riquezas... que debéis
sembrar... a su debido tiempo recogeremos... sembrad, aunque no veáis todavía lo
que habéis de recoger... ¿acaso el labrador, cuando siembra contempla ya la
cosecha? El trigo de tantos sudores, guardado en el granero, lo saca y lo
siembra. Confía sus granos a la tierra...” (de los sermones de san Agustín,
obispo).
“... bendiga la tierra...
cuanto germina en la tierra... ganados...” (del cántico de Daniel 3,
57-88.56).
“... lo que uno siembre, eso
cosechará... el que siembre cosechará...” (de la carta de san Pablo a los
Gálatas 6, 7b-8).
… aquí, nadie pasaría hambre. Pero si las comemos,
moriríamos como perros rabiosos, echando baba por el josico (la boca).
Aunque no
mucho más, es segura la comida que comemos, viniendo de no saber ni de dónde
viene, y mucho menos cómo ha sido cultivado. Sabido es, que la comida, es causa
de muerte en la mayor parte de los casos (o sus consecuencias). Cierto, que lo
que comemos es nocivo, y fuente de enfermedades (Monsanto de por medio con sus
transgénicos, y demás). El cáncer, se alimenta de nuestros alimentos. De ahí, la
importancia -al menos- que los alimentos sean de aquí (cosa que impiden las
tabaibas). Porque saber con qué aguas y otros contaminantes (como la de los
huertos urbanos), que enferman y matan. Y así, los alimentos que están para dar
vida, la quitan. La urbanización de la población hace que el campo cada vez
quede más lejos y con él la comida sana si no hubiera tabaibas. Y comer carne
-de lo que sea- y tragar con ella patógenos varios, infecciones, virus,
bacterias, etc., es algo que no falla (piénsese en mataderos y tiendas o áreas
comerciales). Y ello, porque en lugar de alimentarnos de la misma tierra que nos
formó y somos, nos los traen (los alimentos) del globo terráqueo entero,
internacionalmente, donde se cuece la contaminación importada de terceros
países, al no existir fronteras al respecto. El mismo problema que para los
humanos, lo tienen los cada vez menos animales, que igualmente son alimentados
con pastos, piensos, granos, etc., traídos desde el fin del mundo (mientras aquí
la hierba nos impide caminar dada su abundancia, espesura y tamaño). Y, ¡a saber
cuántas sustancias que propician el cáncer y otras enfermedades nos las cuelan
en todo lo que comemos importado, donde se ve el efecto de la fruta, que o se
pudre, o no se pudre por más que tenga tres meses de cogida, dada la
manipulación química a la que es sometida (¡comemos venenos, y nuestra tierra
donada a las tabaibas [que también son veneno]!)! Pues, ¡qué tiempos aquellos,
en los que no habían tabaibas, sino alguna salpicada por esos mundos de Dios,
que lo que es al presente, hasta en la sopa, que es un decir! Y en decir se
quede, porque de hacerse una sopa con ellas, seguro que de la mesa, al
cementerio.
El Padre Báez.
----------------------------------------------------------
-
¿Quién
mató a Antonia?:
Entrega nº 16,
de 16 (Importantísimo):
(Viene de ayer donde en resumen se dijo: es un acto de justicia ver el fogal que Antonia no podía encender y
posible causa de su muerte por hambre y frío, al no poder encender el fuego
dentro de su cueva).
... Mañana, quedaremos
asombrados, al contemplar el lugar del fallecimiento de una mujer, a la que se
le prohibió cocinar y seguro -a falta que autopsia alguna lo difunda- tuvo que
morir de frío o de hambre, como consecuencia de la prohibición de comer caliente
y guisado y poder calentarse en una fría, húmeda y helada cueva, de noches de
tiritar, de días de hipotermia, sin que la ley y normativa ridícula considerara
lo antinatural e impropio de una legislación que mata, destruye, desaparece el
sentido común y nos hace retroceder a la edad de la piedra, cuando y donde
nuestros antepasados vivían con mayor inteligencia que estos uniformados
(guardias unos y policías los otros, al servicio del cabildo), y... ¡mañana -día
17-lo veremos!:
A las 12,00 todos en
Cazadores, junto a la Iglesia para la salida a la cueva de Antonia (q. e. p.
d.).
-----------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario