Popurrí 527 y Tensión en el campo

POPURRÍ 527:

En el Año de la Fe (151): La Fe, si no se vive, se deteriora y hasta muere.

Al habla el historiador (151):

¿Y qué decir, cuando una pobre mujer, descubre, que el cabildo, por medio de miedoambiente...

... le ha plantado pinos en sus tierras?

Luego, no se los dejaban arrancar...

... y no les cuento, el tiempo transcurrido, y el jaleo que se ha tenido esta pobre mujer (!).

Pero, no es este un caso único, sino que se repite...

... y ello, con bastante frecuencia. Y ello, solo lo que uno sabe.

Peor, o lo mismo, le pasó a alguien que me ayuda en la Parroquia...

... que por poco les ponen un área recreativa en lo suyo. Cosa que pudo evitar, y ello a duras penas.

Lo que no pudo es hacer arrancar los pinos que le plantaron en casi la mitad de la finca...

... ya hoy son grandes y emboscados...

... llenando de sombras maléficas el resto sin plantar...

... y las malditas raíces, comiéndose la otra mitad del terreno.

Pues, éstas tenemos...

... que si no se lo vendes, o no te lo compra, ellos a la zorrúa, se quedan con lo suyo, sin más y por la cara.

Y no hay forma después de arrancar lo que le han plantado...

... desgraciándoles el resto de su tierra, de al que se adueñan a las buenas o a las malas.

Lo del Bárcenas ese del PP, se queda corto, si lo comparamos con lo que otros también del PP...

... hacen por aquí, con multas por, hasta por plantar un olivo que te venden ellos mismos.

Y eso, cuando no te plantan...

... contra tu voluntad, pinos, y ello en terreno agrícola, y sin autorización.

Y de esto, ningún medio de comunicación...

... no dice ni pío. ¿por qué será?

¿Acaso se creen dueños y señores, hasta...

... de lo ajeno? ¿Y no hay freno a tanto abuso y ladroniza?

¿Por qué se ocupan del Bárcenas ese...

... y no de lo que se cuece en casa?

¿Por qué callan, y no dicen nada...

... acaso me importa algo de lo que pase fuera, y nada me dicen de lo que sucede dentro?

Y por si lo de más arriba es poco, lean...

... el cabildo por cortar unos hierbajos, te multa y te obliga a plantar un determinado número de pinos en ese terreno cultivable tuyo (conozco el caso de tener que plantar diez [10] pinos entre árboles frutales, más 5.001,00 euros de multa [por cortar unas ramas de basura]).

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“... quien distribuye limosnas debe sentirse seguro y alegre, porque obtendrá la mayor ganancia cuando se haya quedado con el mínimo...” (De los sermones de san León Magno, papa).

“... el correr de las acequias alegra la ciudad de Dios...” (Salmo 45).

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Tensión en el campo:

Estamos pasando por una auténtica guerra civil: el cabildo contra el campo, que ha terminado con la agricultura y la ganadería (han multado –incluso- a un pobre hombre, por tener unas colmenas (de abejas [ya, ni ovejas, ni abejas])-). No, no hay paz en el campo. Tenemos un sector primario desaparecido. Son muchas las tensiones, conflictos, multas, persecuciones, miedos, etc., que se vienen arrastrando desde hace medio siglo, pero agudizados estos últimos años, y al presente, con una virulencia desmedida, muy agresiva y total. Permanecen fijo al acecho. Vamos a situarnos: tenemos una isla con un diámetro de 50 kilómetros, donde vivimos un millón de habitantes, y no producimos nada, todo lleno de pinos y tabaibas; la tierra más fértil del mundo, somos el lugar más pobre del mundo; estamos sin esperanza política alguna, solo nos educan en carnaval y fútbol, ya hay problemas graves de hambre y desnutrición de menores escolares, esta isla es el gran tabaibal, a la que el cabildo la ha metido en el terror de su guardia pretoriana, que machaca al pueblo campesino, originando suicidios por doquier (de los que los MCS, no dan noticias, para que no sean emulados). No se ve la solución sino que los conflictos, los problemas, las multas y sanciones, van en aumento desconsiderado. La crisis, entre nosotros, es más que aguda. El seprona y el miedoambiente, bien armados, vigilan, cumpliendo órdenes cabildicias para recaudar ferozmente de donde ya no queda sino miserias y propiedades, que embargarán en su día al no poder pagarse esas elevadísimas sumas, por no cometer ningún delito. Los dichos, atacan sin consideración al resto de una población en otro tiempo numerosa y que cada vez va a menos por tanta presión y acoso. Los comentarios que me hacen, no caben en estos breves comentarios, pero raya el absurdo y la ridiculez mayúscula, sin razón, ni lógica, sino por pura maldad y odio al campo y al campesino (endofobia), y a ambos quieren liquidar aún lo poco que queda de los dos. Los incidentes son diarios y en distintos lugares a la vez. Son como los bandidos asaltando y multando a todo aquel que se mueva en el medio. La amenaza es constante, ya de día y de noche, y a todas las horas. Y todo está en una coalición de tres en uno: cabildo, seprona y miedoambiente. Y lo peor de todo esto, es que el campesinado poco y viejo (anciano), no tiene fuerza para protestar, y solo cumplen (pagando o suicidándose). Es un combate que el campo tiene perdido; el campesino ya, no obtiene del campo ningún beneficio. Implacable e imparable caen los tres citados en uno, sobre una población, que retrocede ante el avance de sus fechorías, indefensos. Los tres citados, se han hecho con el campo, y lo han ocupado. Solo se salvan los que son de ellos mismos, u otros uniformados o administradores y políticos de la cuerda, con un agravio comparativo vergonzoso y humillante, que clama justicia e igualdad, sin que aparezca por ningún lado. La tropa miedoambientalista, sepronil y cabildicia están presentes, cuales militares en una guerra sucia, que combaten con una ofensiva bien organizada y planificada. Van a por todos, y a por todas. Son cuales un ejercito, bien formado y disciplinado, ante quienes huye en fuga todo hombre del campo, que se esconde aterrado y asombrado, lleno de miedos y temblando de pánico. Solo falta, que perdido el conocimiento con el arma que supone una azada o un jose (hoz) -¡Dios nos libre de una tragedia!-, que en más de una ocasión ha estado a punto de estallar como defensa única posible (y no recomendable, ni justificada), para quien no tiene otra ley que la tradición y costumbre. Esa sería la única reacción de un pueblo –el campesinado- humillado, ultrajado, vejado, multado, etc. Nadie toma el caso, ni medida alguna hay de freno o stop a tanto atropello y villanía. Solo cabe esperar la desaparición del cabildo o un cambio de gobierno, donde el presidente sea un campesino, que defienda la única economía posible: volver al campo, sin estorbo y prohibiciones del cabildo cuyas órdenes ejecutan el seprona y el miedoambiente ciegamente. Nadie salva al campo, que cada vez se hunde más. Nadie detiene el avance de los citados, que cada vez aumentan sus fuerzas, sin retirada alguna, sino al contrario, cada vez con mayor número de “soldados”. El campo ya es, un verdadero caos. El campo y el campesino, andan sin seguridad alguna. El campo y sus campesinos, sufren ataques de forma constante. El campo y el campesinado, cada vez son más débiles. Los medios de comunicación han dado las espaldas al campo y tienen por norma la callada sobre el mismo. El campo y los campesinos, no tienen portavocía alguna. El de la laguna, cada vez se hace más fuerte y más bravo. Solo se le exige al campesino no toque el campo, y que pague (multas). El Gobierno, las palabras campo y campesino, las tiene borradas, como si no existieran. La oposición, lo mismo. Contra tal fuerza militar, es imposible rebelarse, el campo está perdido y los campesinos escondidos. Todavía quedan dos años más de gobierno del PP en el cabildo, y los que vengan después, no cambiarán, seguro de política, que ya viene de mucho atrás, y todo cabe esperar sea continuismo, y a peor. Solo hay persecución en el campo a todo campesino (ya sea agricultor o ganadero). La religión desaparecida, como el comercio. Solo se ven una situación policial represora y recaudatoria. Imposible escapar, a no ser no se salga de casa. El diálogo con los represores, es imposible. Los que se mantienen en el campo malviven o sobreviven como pueden, con las ayudas de Cáritas, sin ningún plan de desarrollo alguno. Falta la seguridad, la salud, el cultivo, la comida, sobra la delincuencia, los robos, el miedo. De terror se puede calificar la situación sin exagerar lo más mínimo (más aún quedándome corto, para no alarmar, silenciando casos y hechos muy lamentables de abusos sin medida). Tarea agrícola ya no se ve alguna. Reina la arbitrariedad de unos uniformados que abusan de ancianos y los pocos que quedan de cualquier edad, de cualquiera de sus actividades por más que inocentes sean (sobran ejemplos que son de ridículo y absurdo el contarlos y hasta increíbles aceptarlos como tales). El acoso que se sufre es inaguantable. El enfrentamiento, es más que serio. Ya hay muchos muertos (silenciados). Los incidentes, son constantes. Los abusos no salen a la luz, gracias a los medios de comunicación, silenciados con publicidad de ellos (cabildo y gobierno). La situación es de destrucción total del campo y la desaparición del campesinado. Se deshabita el campo. Se destruye la Historia. Se saquea al campesino sus bienes y propiedades. Los del cabildo, son radicales. Nada digamos de la corrupción. La violencia es grande. El desempleo crece. El desempleo de los jóvenes es total. Hay agresiones varias (no tengo tiempo y espacio para contarlas). El problema es más que agudo, repito. Cualquier día puede estallar una buena. El miedoambiente parece no tener límite alguno. Volver a lo que había puede ya ser una utopía. Se lo han cargado todo y es poco lo que queda. Y pensar en los esfuerzos de nuestros antepasados para dejarnos lo que hemos recibido y ahora –desde hace ya años- el cabildo se viene cargando todo. Nadie le da el alto al seprona y al miedoambiente (al cabildo), que sigue adelante capitaneados por un cabildo asesino y criminal, que hace imposible volver a lo que fue, de lo que solos queda el sueño y la nostalgia. Encima nos engañan, conque se vuelve a la agricultura, con una finca en Arucas a donde dentro de dos años, comenzará a producir algo, de manos de diez (10) estudiantes –sin contacto previo con ella, sino desde el aula-, a la par que a diario centenares de agricultores y ya son muchos miles y miles los que por el acoso del cabildo han abandonado el campo, y éstos sí, que son campesinos no los diez citados, que ya les hemos visto en la propaganda mentirosa, con guantes en faenas que desconocen e ignoran, pero quedan bien en fotos y titulares. Mienten, engañan, confunden..., y nos hacen ver todo lo contrario a la realidad.

El Padre Báez.