Cierto, esto fue un
paraíso...
Cierto, esto fue un
paraíso, pero cuando te graban la isla con drones, y ni te nombran los
pinos, y ella está llena de ellos, como que esto es ahora, solo y todo un pinar,
y cuando en la grabación, no aparece ni una vaca, ¡y menos una cabra!, pues la
mataría el cabildo que promociona la isla con imágenes trucadas, con efectos y
ocultando la realidad, como que no; no, esa no es nuestra isla. La isla fue isla
y nuestra, cuando los campos eran de trigo, de papas y coles, cuando el ganado:
cabras, ovejas y burros andaban por los caminos, prados y llanuras, barrancos y
quebradas, pero ahora..., burros de dos patas (piernas), en donde me sé; los
mismos que te impiden volver a que esta isla sea lo que fue. Nos engañan con
grandes atractivos paisajísticos, como si nos dieran de comer; nos enseñan
profundidades desde mucha altura, para impresionarnos, y a ver quién vuela para
verlos desde lo alto, cuando arrastramos hambres y miserias, paro y pobrezas;
sí, cabildo: comeremos paisajes, paisajes sin animales, paisajes con turistas,
paisajes con campos de fútbol, paisajes rebosantes de pinos, paisajes,
paisajes..., déjanos plantar árboles frutales, porque miren: arranca usted un
olivo, ¡y no le pasa nada!; arranque usted un acebuche (un olivo macho, que no
da aceitunas), ¡y te meten en la cárcel, multa aparte. Pues comeremos: paisajes,
barrancos, montes y cumbres vacías de animales y llenas de pinos; te reforestan
todo de pinos y no de castaños, almendros y nogales que nos darían comida, pero
nos dan en potencia fuego, y antes pinocha; y llama o dice la voz del cabildo
que nuestras señas de identidad es el paisaje (en otro tiempo eran tomates y
plátanos), pues comeremos paisajes, con leche de tabaibas (protegidas éstas,
porque ¿no harán quesos con sus leches?). No te plantan una parra ni a palos,
los pinos a miles, a millones, ¡y no paran! Y van a más. Así, se mejora el
paisaje, todo igual todo verde-pino. Y es, que los conquistadores cuando
llegaron a la isla los arrancaron limpiando de maleza la isla, y plantaron
comida, y hay que volver a antes de la conquista y devolver la isla a como
estaba entonces, llena de solo pinos, ¡no te digo! Y toda vez el paisaje da
aromas, pues tomaremos contra el hambre: perfumes, esencias y aromas, suspiramos
y cual si fuera droga, nos colocamos con olores de pinos, que son: ¡la salud de
este pueblo, la sanidad para esta tierra! Y toda vez nuestros paisajes son tan
hermosos, vendrán turistas a disfrutarlos, a gozarlos, a fotografiarlos, y de
paso así comemos lo que nos dejan (sus heces, cacas o mierdas, con sus
orines).
El Padre Báez,
02-09-18
No hay comentarios:
Publicar un comentario