POPURRÍ 642:
En el Año de la Fe (266): La fe:
cura, sana, salva...
Al habla el historiador (266):
Me pregunto...
... ¿lo de Egipto, no se pudiera importar al cabildo
grantabaibero?
No sean mal pensados...
... me refiero al cuidado del patrimonio arqueológico.
Van a seguir excavando en la Cueva Rayada de
Gáldar...
... ¿qué pasa, es que no hay más
cuevas? ¡Lean, lean mi libro: “La Cueva Guanche”, hombre!
Por
ahí afuera quitan a un presidente; secuestran a otro...
...
por aquí, no pasa nada de eso. ¿Qué pasa?
Lo
de Evo, se explica, porque como los políticos mienten...
...
pues, que no les creen. ¡Es lo que pasa!
Se
muere una cabra, y no es noticia...
...
se muere un cachalote, y nos lo soban por las narices. ¿Raro, no?
La
única verdad -después de la fe y la muerte- es...
...
no se ven brotes verdes por ningún lado.
También
nos anuncian calor...
... pero, ¡vamos a ver!, ¿no estamos en Julio?, ¿o es que
pretenden haya frío y nieve? La única Nieves, las Fiestas de la Virgen a
principios de Agosto, usted.
Usted,
también puede echarse a correr...
... por esos campos del gran tabaibal. Total, que no se
siembra, ni hay animales, al menos algo que se mueva.
Tampoco
es para quejarnos...
... que hay huertos en al ciudad (con estiércol de
cagadas de perros, con humos de guaguas y coches viejos, con... [¡no sigo,
porque si no, no hay quien se coma eso!]).
A
tal fin (para los huertos), buscan monitores...
... según parece, los agricultores del campo, de toda la
vida, no valen, no sirven, no saben. ¡Hay que j......!; y, ¡manda güevos!
Mientras,
nos meten el carnaval...
...
que este, sí que da de comer (beber, fumar, f...., etc.).
En
la marcha Ejido-Ojos de Garza (Santa Rita)...
...
mi acompañante, me iba explicando –entre otras cosas- cómo se obtenía la
semilla de los tomates. ¡Todo un arte! Ahora..., ¡un desastre!
El
del cabildo, que iba en a marcha (para la foto)...
...
no quiso saber nada de nuestra Historia, etnografía, y otras. ¡Qué pena! En
esas manos estamos.
Por
europa, un rey menos...
... un servidor, es monárquico (de Fernando Guanarteme).
¡Claro!, ¿no?
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“... alegraos, justos...” (Salmo 31).
“... estad alegres...” (Del cántico del Apocalipsis).
“... alegraos...” (De la Primera carta de san Pedro).
“... la luz y la alegría...” (Del himno de
Completas).
“... se me alegra el corazón..., alegría perpetua...”
(Salmo
15).
“... que canten y se alegren...” (Salmo 34).
“... me alegre con la alegría de tu pueblo...” (Salmo 105).
“... el gozo y la alegría, que se alegren..., devuélveme
la alegría...” (Salmo 50).
“... servid al Señor con alegría...” (Salmo 99).
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Colapso en el campo.
A nadie se le esconde, que cuando de alguien se
dice le dio un colapso, es alguien que se paró; también aplicado al tráfico, se
dice está colapsado, cuando no se puede avanzar por un taponamiento. Pues, eso
es, lo que hay que decir -en verdad- del campo: está colapsado, está parado; le
ha dado un colapso, se ha parado. Mejor dicho el cabildo por medio del
miedoambiente y su seprona, lo tiene colapsado, lo tiene parado. El campo
necesita volver a su dinamismo, a su carrera de siempre (pero no pedestre). El
campo necesita unos políticos sin partidos, que se partan el alma por sacarlo
del colapso; y diagnosticado el enfermo hay que ponerle el paliativo: hay que
volver a plantar comida, y hay que soltar el ganado que, de paso impiden haya
incendios al comerse la materia que arde. Desea todo campesino, desaparezcan
una serie de leyes absurdas y ridículas, que impiden cualquier acción propia
del campo y del campesinado, habida cuenta que lo que siembra el cabildo
(aparte de los pinos), por medio de su miedoambiente y seprona, es el
terrorismo de luchar contra todo lo que se mueva o se haga en el campo, y ello
por un gobierno doble, que tiene como objetivo llenar de pinos y tabaibas la
isla, sobrando todo campesino y el mismo campo, al ser convertido en un bosque
impenetrable por donde no se puede ya ni entrar a ninguna parte, desapareciendo
caminos, senderos, veredas, etc. Ya va siendo hora un nuevo gobierno, y éste
único, analice la ¡cuestión, se deje asesorar por los campesinos –verdaderos
sabios- a los que hay que oír y escuchar y hacer lo que ellos digan, pues son
los que conocen el medio al recibir desde una tradición milenaria cuanto saben
y son. Pues, no se puede llamar presidente a alguien que nos ha metido en la
gran miseria en la que desgraciadamente vivimos, al no poder sacar de la
tierra, absolutamente nada, y ello de tal manera y grado, que la situación es
ya de auténtica emergencia, ante el radicalismo de los del seprona y
miedoambiente que poseen y tienen las características totales de ser una secta,
y solo atentan contra inocentes víctimas para engordar las ansias recaudatorias
de su líder amo y señor, por quien dan la vida, y le son tan fieles, que raya
el fanatismo, al no aceptar diálogo, explicación, sino la aplicación a raja
tabla de unas leyes desconocidas –por absurdas y contrarias a usos y costumbres,
y tradición- que aplican ciegamente, y al cien por cien a todos sin excepción,
y son los causantes del abandono masivo del campo, de la paralización del
mismo, donde siempre quedan los últimos que se resisten por apego a lo suyo, o
por no tener a donde ir. Son los
causantes, de hasta muertes, al provocar el suicidio por multas tan elevadas y
cuantiosas que son materialmente imposible pagarlas y tener que ir a prisión
los multados, cobrándoles con sus propiedades, eligen la libertad de la Otra Vida,
pues atacan inmisericordemente, se enfrentan con ancianos expertos desde la
inexperiencia y el desconocimiento más absoluto de lo que se traen entre manos,
libros mal leídos, e interpretados a pie de la letra, y toda vez que son dos
ejércitos, que vigilan y controlan todo y a todas horas es difícil, por no
decir imposible verse libre de ellos, dándose el caso curioso y estadístico
siguiente: no hay un solo campesino libre de no haber sido multado. Todos al
100 %, han caído bajo las garras de estas fieras, que andan sueltas buscando a
quien devorar, y chuparles sus ahorros, y hacerles pagar por lo que debieran
premiar, no dejando hacer nada, pues todo es punible, todo está penalizado,
todo está reglado, legalizado, contabilizado el pago por hacerlo, etc. Es de
locura o esquizofrenia, no tiene nombre. Actúan cual oleada terrorista, sin
establecer conversación alguna con los afectados, sino que se les multa en base
a artículos y leyes que ellos conocen bien, con las que exprimen al campesino,
barriendo el campo. No hay multa que te quiten, ni pliego de descargo alguno
que valga, lo tienen de tal manera tan atado y bien atado, que no hay quien se
escape de sus sanciones y multas, paralizando al personal campesino, que no se
atreve a asomar las narices por ningún lado, asombrado, escondido, temeroso, y
temblando. Podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos y sin exagerar un
milímetro que el cabildo ha institucionalizado una violencia sin parangón en la
Historia bélica mundial, con tal de que el campesinado abandone sus propiedades
y profesiones, castigándolos al hambre, a la emigración interna, o a que
mueran, sin poder poner ni siquiera los pies en lo suyo, pues haga lo que haga
va a ser multado, y parado. Atentan así los del cabildo y el cabildo en sí,
contra la supervivencia, contar la tradición, contra la Historia, contra...,
¡todo!
El Padre Báez.
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