¡Qué vergüenza de políticos tenemos! Y me refiero a alcalduchos, al miserable cabildo que tenemos, y el mismísimo Gobierno basura que nos muy mal nos gobierna. Que justo cuando el paro, el hambre y la crisis, está haciendo, que más de cuatro vuelvan al campo y vean en él la solución -la única que hay- del paro y la solución de la comida, resulta que se van a encontrar los estanques deshechos, rotos, migajados. Unos porque han entrados las palas de las excavadoras y tractores; los otros, porque no te dejan alistar una acequia para recoger las aguas de la lluvia, porque tienen preferencia las retamas que se han nacido por las acequias, y de puro estar vacíos se han roto. Y es el caso, que no te dejan hacer una poceta, menos un estanque; y como lo hagas la multa es mayor, que lo que te iba a costar el estanque, además de derribar lo construido; y cuando esta isla, desde los guanches, con sus embalses, y siempre en su historia construyó aljibes y estanques, para el riego en épocas de sequías y veranos -y ahí están las presas-, resulta que estos desalmados, sin tener en cuenta no ya la función de un estanque: retener el agua necesaria para la agricultura, para el riego, para poder vivir y sobrevivir, al margen de la fortuna que costó hacerlos si es de obra, o los sudores y picos que se dieron, para horadar la tierra, y hacerlos en toscas o riscos; que son además: edificios etnográficos, con valor arquitectónico, algunos cuales obras faraónicas, hechos añicos, por la ceguera y las pocas miras de unos políticos que solo ven en los estanques, no lugares para conservar y mantener el agua, sino porque les molestan para una carretera van y los quitan sin más, o si ven la posibilidad de meter comercios en ellos, con aparcamientos en distintos pisos, y hasta meter en ellos un mercado de tres o más pisos, los aprovechan cuales si fueran bunker, con unas paredes, en el entorno, que son un insulto, pues lo que fue hecho con una finalidad (regar los campos) ahora llenos de otros intereses - es como si la catedral fuera transformada en un área comercial y aparcamientos-, y es que cada cosa se hace con la función propia, y se ha de mantener, pues para eso fue hecho el estanque, y el presente, y más el futuro, los necesita con urgencia, y pronto veremos cómo se comienzan a hacer nuevos estanques, para reponer o sustituir al que al lado rompieron para fines distintos. Y así, mis amigos, les voy a hacer caer en la cuenta de algunos de estos estanquicidios: Si vamos por la zona norte, para no liarnos demasiado, y porque es zona agrícola por excelencia, y que es donde mayor es el número de estanques hechos polvos, o rotos, tenemos que dejado atrás o a la altura del Hospital general y universitario de Las palmas de Gran Canaria doctor Negrín -creo que lo he dicho bien- pues que a la izquierda, arriba, en lo alto, de donde han puesto una campo de golf, donde antes se plantaba de todo y había un enorme estanque, todavía sigue, pero reconvertido en una gran Área comercial a la que no iré ni amarrado, porque antes me suicido, en un ex -estanque no entro ni dándome oro; tenemos después de pasar la Granja del Cabildo -yendo hacia La Aldea, repito: hacia el norte- a la altura de la subida a Arucas, un poco más adelante, había a mano derecha, un enorme estanque, que fue desaparecido, y descansa en paz, de él no queda ni polvo, lo hicieron ceniza: si seguimos hacia adelante, antes de llegar al Puertillo, había otro enorme estanque redondo, enorme, hermoso, y en el que en más de una vez, vi -a pesar de la cercanía de la playa a sendos chiquillos en bañadores, aprovechándose de su agua, para menguar el calor, y que regaba plataneras, hortalizas, papas, millo, etc. Pues, otro para las chacaritas, lo han desaparecido, y de él, no queda ni el puesto, lo migajaron, lo hicieron -sin más- desaparecer, estaba también al margen derecho de la carretera, es decir, bien visible, sin que nadie hiciera nada por parar y evitar el estanquicidio. Pero, vamos al cuarto: justo en la rotonda de Bañaderos el llamado “abrelatas”, por tanto a la izquierda, a la entrada al citado pueblo, tenemos de las cuatro enormes caras del estanque que allí había, se conserva la pared del fondo, la que linda con la carretera, y que era un estanque cual presa, por su capacidad -aún visible- que daba riego a las huertas y fincas limítrofes, y no muy lejos del anterior, y dio pasos a unos chales -que dicho sea de paso- a pesar de llevar terminados cinco años -cual maldición-, no hay quien los compren, pues están edificados sobre la base, en parte del estanque, y de las tierras que éste regaba. Pero, va la quinta, y es la última -que no los únicos, sino que si sigo les mareo-, y si como dice el refrán para muestra basta un botón, hoy les dejo cinco -es uno enorme, que estaba en la pro-universitaria Santa María de Guía de Gran Canaria-, que éste regaba toda aquella zona o área, hasta hace poco rústica, y ahora declarada zona urbanizable, con lo cual el estanque allí estorbaba o no tenía ya sentido, y en concurso para los arquitectos, ganó el que ideó que dentro del estanque, dado que fue construido para la cosa agrícola en otro tiempo, siga conservando su antiguo uso al menos por asociación de ideas, convertirlo, después de abrir un enorme portalón de entrada al mismo, una puerta faraónica, por la altura y el grosor de la misma, que muestra el material allí empleado, que cual acero impenetrable, no dejaba escapar ni humedad, menos una gota de agua, con la curvatura y delgadez propia, según subía en altura, para dentro del mismo, ubicar un mercado (yo allí no compraría absolutamente nada, y antes preferiría morirme de hambre), que no conforme con el mercado, van a poner en el ex-estanque, casas en tres capas o zonas de pisos y para meter coches, es decir aparcamientos en uno de esos pisos. Y llegados a esta altura de mi comentario, y viendo que nadie, ni radio, ni periódico alguno, y menos la televisión (medios todos ellos comprados o adueñados por los poderosos en el gobierno, que los han comprado, para que nadie los critiquen en los desaguisados que hacen), dado que no hay nada, ni nadie que sobre el tema nada o algo se diga, un servidor, pone no el dedo en la llaga, sino todo el cuerpo, en esta planificación o guerra contra los estanques, a los que como en Espakistán (antes españa) quieren salvar a los castillos, aquí deberíamos salvar los estanques y a tal fin, cuando no reponer los destrozados, que sería lo más correcto, evitar, que en adelante no se destroce o desaparezca ni uno más. Ellos, son historia, ellos son economía, ellos son eficaces, ellos son necesarios, ellos evitan que toda el agua de la lluvia vaya al mar, ellos valen para regar, incluso para beber. Y no el agua del mar, o el agua sucia de retretes, que refinadas, siguen conservando como la del mar sal, y éstas otras: olor y sabor a mierda, que dañan a la tierra, una y otra y repercuten en la salud de las pobres víctimas que somos los canaritos de José Vélez, víctimas de una política asquerosa, que rompe los estanques, para regar después con agua del mar. Razones éstas -entre otras- que hacen ver a los jóvenes como deplorables a los políticos, y en lo más bajo en la valoración, frente a otros colectivos
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