sábado, 3 de enero de 2015

pensar

Y pensar que en lugar de tabaibas…
 
“… pastor… delante del rebaño, guiando…” (del himno del Oficio de lectura del común de pastores)
 
“… pastor que entregó la vida por sus ovejas…” (de las preces de Laudes del común de pastores).
 
“... solícito pastor de su rebaño... de pastos abundantes...” (del himno de II Vísperas del común de pastores).
 
“... en su casa habrá riqueza y abundancia...” (del salmo 111).
 
… la tierra pudiera estar llena de olivos, y con ellos el mejor aceite del mundo (10 litros del mejor aceite del mundo nos lo venden por 4,00 euros; ½ (medio) litro de aceite de Temisas, cuesta 10,00 euros (así vea los ojos de Dios, pues los pagué y es el precio que tenía, dada su calidad, u oro verde, por su calidad única y excepcional, respecto a todos los aceites del planeta). Y si ya no el aceite u olivos (que es lo mismo), ¿Por qué no chochos o altramuces -sin olvidar el trigo para el pan, y otras leguminosas?, que en este caso, ni siquiera hay que ararlos o cavarlos, pues basta con -y es así como se hace- echarlos a voleo sobre la tierra, sin cubrirlos, y sin más, y crecen que es un primor y da hasta gusto verlos en ramas primero, en sus vainas después, y secos cómo estallan al golpearlos, y que endulzados en sendos sacos  echados a estanques o aljibes -con agua- son una exquisita golosina previamente sazonados según paladar o gusto, o/y son un próspero y buen negocio para y por emprender por alguien; pero, que si huyendo de su amargura primera, consiguiente endulzamiento -¡cómo recuerdo aquellos sacos, recogidos en eras, luego amarrados y en sogas atados, echados y mantenidos al borde de los estanques, pasaban el tiempo necesario (por lo general dos semanas), para alzados (o sacados del agua) y con un poco de sal, ser más que alimento -que también- una golosina (repito). Y aquella señora, que los vendía en cucuruchos, en las fiestas, al grito  pregonero cual reclamo, al que acudíamos como moscas, de: “¡al rico chocho de María!” María era su nombre, y el rico chocho de María, eran los que estaban en sendos sacos o enormes perolas en salmuera o agua. Pero, si ni olivos ni chochos, tampoco trigo, ¿por qué no millo, papas, coles, calabacines –calabaceras-, etc., etc.? Que no, que han robado la tierra al cultivo, y nada se siembra o planta, que solo crece tabaibas y plantas basuras semejantes. Y al respecto, ¿cómo olvidar a mi padrino de confirmación (Don Francisco de la Nuez Rodríguez, hijo de Don Jacinto con el mismo primer apellido, pues era su padre), que en aquel año de mi primera adolescencia fue en taxi alquilado a dar una vuelta en redondo a la isla entera y verdadera, por costa e interior, para ver qué había plantado en la isla y él no repetir lo que todos o lo mismo, y al ver que nadie -absolutamente nadie- había plantado calabacines, ya que el año anterior fue el monocultivo, ya que todos plantaron lo mismo ante el gran valor en su venta el año antes, que no plantándolos nadie en el año en sazón, ya que casi todos quedaron en planta y tierra sin ser cortados, porque a ningún precio los querían al estar la plaza rebosante de ellos, y con bajísimo precio, y tanto que ¡ni los cogían sino que arados servían de abono!, pues mi padrino, al ser el único que los plantó, y en gran cantidad, fue el único que copó o llenó los mercados de su hortaliza en exclusiva, pues otros calabacinos no habían sino los suyos, y por tanto nunca tuvieron mayor precio, ni mayor negocio nadie antes como el suyo. Signo éste de la astucia del antes llamado todavía “canario”, que al presente, convertidos en tabaiberos solo ven campos de fútbol y se mueren de hambre y de infartos por los goles. Ahora solo tabaibas. En fin algún día se escribirá la Historia de la agricultura (y ganadería), en lo que fue Canarias (ahora El Tabaibal), y cómo hace cosa de ½ (medio) siglo, le dieron palos de muerte y acabaron con ella, por proteger a las solas tabaibas (antes a los pinos).
 
El Padre Báez.
 
--------------------------------------
Así lo ven muchísimos. A todos mi agradecimiento, por manifestármelo:
 
Estimado Padre Báez,
Muy buenos días, espero que esté ud muy bien. Gracias por ilustrarnos, advertirnos y promover la lucha por el bienestar de todos y la conservación de la Isla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario