POPURRÍ 504:
En el Año de la Fe (128): Los guanches, tenían Fe; sacerdotes, consagradas, culto, altares, plegarias, oraciones, templos, etc.
Al habla el historiador (128):
Metidos de lleno ya en la cuaresma...
... ¿acabará algún día el carnaval, en el gran tabaibal?
Al menos alguien se atreve a decir, que “esto no es carnaval”...
...Vicente Llorca, que estudió en los jesuitas, y fue director del periódico Canarias7.
Menos mal, algunos políticos se animan a imitar al Papa...
... Melchior, Santiago..., a ver ¿quién más se apunta?
Los que se debieran ir en pleno, y no dejar ni rastro, es...
... el dichoso y vejestorio cabildo en cuanto institución. Más dañina no puede ser la cosa esa.
A Misa no van, pero...
... todos hablan del Papa, desde el “conocimiento” que les da la indiferencia religiosa, la laicidad, la aconfesionalidad, el ateísmo, el odio a la Iglesia..., ¡como para prestarles atención!
Pero, los pobrecitos –también de fe- se aprovechan, para...
... su articulito, su columnita, y ellas, con sus sandeces y tonterías.
Nadie ha dicho todavía...
... el Papa revitaliza la vida consagrada, retirándose de monje, y pone en el candelero el papel y la importancia de la oración. ¡A ver si se enteran, y miran más allá de sus miopías espirituales!
A las que se les recorta el ámbito de expansión y concentración, son...
... a mis pobres cabras, que se las limitan y reducen sus espacios. ¡Qué pena, y con la que está cayendo y va a seguir cayendo, y a más! Ya no se las ven; acabarán con ellas.
También, por sus carnes flácidas, se prohíbe el desnudo a l@s ancian@s...
... pues, ¡estas tenemos! O cuerpo atlético o de diez, o tápese usted.
Y los niños, en lugar de estudiar, los sacan a reforestar: balos, tajarastes, beroles...
... pero no un olivo, ¡ni por casualidad! ¿Comerán algo de lo plantado? ¡Ah babiecas! ¡A eso los enseñan!
Así son sus notas y nivel...
... la vergüenza de europa. Usted manda a su niño al colegio, y el profe lo saca a plantar basura.
En la proporción que pierde el campo...
... gana el puerto (¡y el cabildo!).
Y lo de perros disfrazados de máscaras...
... lo copian en Arucas ahora. Seguro, que el próximo año, en todo el gran tabaibal.
--------------------------
“...has puesto en mi corazón más alegría que si abundara en trigo y en vino...” (Salmo 4).
“... este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo...” (Salmo 117).
“... es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis triste...” (De la lectura breve de Laudes [Nehemías]).
-------------------------------------------------------------------------------------------
Tsunami en el campo:
Es algo inaguantable. Todos los días miedoaambiente bombardeando a todo el que se mueva en el campo. Y esto por algún lado tiene que explotar. Es y se trata de una auténtica guerra silenciosa, o fría, aunque de ella, ningún medio da información alguna, ni por pequeña que sea, pero se está explotando y vaciando de dinero a la gente del campo, a los campesinos. Preocupan más las tortugas y las pardelas, que las vacas y las cabras. Ninguna esperanza cabe en el campo, sino el dejarlo todo y abandonar la lucha, y entregar la tierra para que el cabildo la llene de pinos, retamas y tabaibas. Silencio en los medios de comunicación social sobre el asunto que a diario a un servidor le ocupa y preocupa. Muere el campo, ante la inacción y defensa por parte de nadie. Nadie se rebela. Ya, ni el cadáver de una cabra se puede enterrar. Cadavéricos es el ánimo y físico del hombre del campo, al que ordeñan, más que a los rebaños, cuya leche no les interesa, porque la asturiana es de mejor calidad y más barata. Espakistania no media, sino que se soba las manos de alegría, al tenernos dependientes al cien por cien de ella. La última guerrilla, está siendo desarrollada con los hermanos Suárez en Tarajalillo, para minarlos y hacerlos desaparecer, con multas, más multas, prohibiciones, más prohibiciones..., sin que nadie del gobierno, ni ajunta, ni nadie les ayude, sino a hundirlo más psicológicamenete y en otros órdenes. Son varios los ejércitos que los persiguen (a pastores y agricultores). La isla ha de quedar libre, para la expansión sin freno ni control de la invasora tabaiba, que mina y reduce los endemismos, sin que les importe esto nada a naturalistas, botánicos, biólogos, universidad, etc., y así, ninguna resistencia se le pone a esta envenenadora planta de leche sin utilidad alguna. Cientos de soldados acuden cada día, presentándose ante inocentes agricultores y ganaderos, para requerirles permiso de todo y para todo y consiguiente multa por lo que están haciendo (ningún delito en la mente del actor, pero caso gravísimo según leyes que el primero desconoce e ignora y no comprende eso pueda ser así). Lo es. Obedecen órdenes del cabildo. El doble ejército del cabildo (miedo ambiente y seprona), no atienden a razones, y zanjan el problema con multas y fotos, escriben y se tapan tras gafas negras, que uniformados, una vez de paisanos, son irreconocibles. No abandonan la vigilancia y control del campo, fijo. Están saqueando a los campesinos, aumentándoles la pobreza y el miedo. A pie y en vehículos, se pasean y aparecen cuando menos los esperas, y están donde algo se mueve o hace de inmediato. La ciudad ignora este acoso al campo y al campesinado. Las autoridades tienen en el campo una fuente de ingreso, y no por lo que produce éste, sino por las multas que ponen a los que se resisten en seguir en su medio, sin que realmente se sea dueño, salvo registros de la propiedad, pero de hecho el dueño es el cabildo que pretende comprarlo todo y a todos, y aún sin comprarlo decide lo que se puede o no hacer en lo ajeno. Algunos que desertan se refugian en la capital, donde mueren de nostalgia y viven tristes por la añoranza y la impotencia de verse vencido por quien debiera ayudarles y protegerlo. Nada escapa a la mirada omnipresente del medioambiente, que lo ve todo, como Dios. Y, el conflicto se enquista. Toda autoridad está conflagrada contra el campo y los campesinos, y están matando lo poco que queda. Es larga la lista de los que han abandonado, y aunque sigan en el campo, nada hacen, sino ver cómo se asilvestra lo suyo, donde antes había cultivo y ganadería. Es y se trata de un auténtico y verdadero cataclismo, que irá más allá. La administración ha invadido al campo, y lo tiene atenazado, parado, moribundo. Es, un genocidio del campo, desaparece todo, todos. Todo es legal, y legalidad. Detenido está el campo, maniatado el campesino. Es un saqueo constante a las vacías y pobres arcas de los pocos campesinos que quedan. Se pierda la valiosa sabiduría y cultura del campo, muchas veces milenarias. Todo son amenazas, y amenazados. Están terminando con lo que es hasta sagrado: el campo. Arrestos y penas, hasta de cárcel. Todo son operaciones contra el campo y el campesinado (agricultor y ganadero). Lo controlan todo, y el único tráfico que se ve por el campo, es el de los ejércitos gubernamentales: bomberos, guardia civil, miedoambiente y otros, que desaparecen la riqueza del campo. Están agotando la paciencia del campesino, cada vez más reducido y a menos, ya sin fuerza –numéricamente- para ninguna acción defensiva, ni de ataque alguno, salvo alguna acción minoritaria y de inmediato sofocada. El descontento es general, y son muchos los que desertan y abandonan, todo es parque y zonas protegidas, nada se puede tocar, ni hacer. Se pierde la fertilidad de esta isla, y desaparece la gallina de huevos de oro. Ningún líder defiende al campesino y al campo. Nadie se amotina, es imposible ya. El ataque es constante por parte de los diversos ejércitos contra el campo. No hay insurgencia alguna, sino doblegamiento sumiso; han cogido todo el territorio, y se han hecho fuertes. Han tomado todas las fincas y tierras. Ya lo controlan todo, extensos terrenos, y solo recaudan ferozmente por toda acción del campesino, de donde obtienen grandes cantidades de dineros que empobrecen hasta la ruina y miseria a todo campesino. La orden es acabar con la agricultura y la ganadería y casi ya lo consiguen. Han conquistado el campo. Europa les ayuda. Sus medios son muy poderosos. Tienen hasta equipos de visión por la noche. Han tomado el campo, sin resistencia alguna. El campesino se retira. No hay negociación ni dialogo alguno, sino dictadura pura y atropello. Agreden de continuo. El conflicto es constante. La tensión se respira en el ambiente. Todo es denuncias, denunciable. Exacerban diariamente, día y noche incluso Domingos y festivos; lógicamente también sus vísperas de forma voraz y feroz. Todo lo que se haga es culpable, todo es violación de leyes, y así están asesinando el campo, que se haya enfrentado con un gigante siendo una hormiguita. No sabemos a dónde van a llegar, aunque es previsible. Algunos están en prisión. Otros arruinados totalmente, y contando –también- con los que se han suicidado por el acoso y castigos desorbitados e inhumanos. Son muchos los que armados de leyes, golpean constantemente al pobre y paupérrimo campesino, que desiste poco a poco. Bombardean intensivamente con multas y represión. Se vive con el pánico a cuestas, debido a un conflicto que ha arrasado con la agricultura y la ganadería, quedando solo un mínimo resto, oculto y escondido. La situación es peligrosa; asaltan al campesino por sorpresa...
El Padre Báez.
-------------------------------------------------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario