sábado, 17 de diciembre de 2011

POPURRÍ 86:


Sobre mi tesis (86):
“... En este año de setenta y seis se ha puesto orden en todo, ansí en el recibir, recibiendo pocos y aquéllos de quien se entiende que tienen vocación de nuestro Señor y que serán aptos, ministros para gloria divina y ayuda espiritual de los próximos...
Acerca del capítulo 8, en el recibir de los novicios ha avido notable falta, recibiendo personas de poca expectación, sin consulta y con poco examen, y con nota que se recibían por respecto de los bienes... que traían.
Acerca del examinador.
No ha avido casa de primera probación, ni se a exercitado ni usado el modo que en ella se deve tener con los que se han recibido de nuevo, comúnmente. Algunos se han admitido sin que el examinador lo sepa, ni los aya examinado conforme a su officio hasta después de recibidos.
Quanto al recibir de los nacidos en esta tierra hijos de españoles, que se llaman comúnmente criollos, conviene que se tenga mucho delecto, por ser pocos capazes de mortificación, por el mucho regalo y vicios en que se crían, y de aquí les nace ser incostantes y muy mudable en los buenos propósitos. El modo que aora está dado, parece bastante, como se guarde con exactión, y es que no se reciban sino siendo ya de edad de más de veinte años, y sean probados y conocidos por un año, a lo menos, perseverando en pedir la Conpañía y que se tenga noticia que en este tiempo ayan vivido virtuosamente y con recogimiento. Otros ay que llaman mestizos, que son hijos des españoles y indias, y éstos, aunque son hijos de más humildes subiectos que los criollos de su condición, son más cortos de entendimiento; y comúnmente tienen los españoles, y especialmente los eclesiásticos y religiosos, mucha aversión con ellos, porque son muy conocidos en el color y para saccerdotes conviene que sean muy raros los que se reciban, para legos no tiene tanto inconveniente, con tanto que se guarde en el recibirlos el modo que está ordenado para recibir criollos” (11).

La historia que no nos vale:
Una ley que de la memoria, no le gusta un personaje, y lo borra, pongo como ejemplo al Jefe del Estado Español Don Francisco Franco, y lo ignora en una historia amañada, es una historia falsa o coja, al anular o prescindir de alguien, que no les es del agrado a un determinado sector o grupo; lo mismo pasa con la Iglesia, que sectarios, unos; ateos-agnósticos-aconfesionales-laicistas-indiferentes-etc., otros; partiendo de estos presupuestos, pasan de la Iglesia y su labor imprescindible y mayúscula en la Historia de los pueblos, como Maestra y Madre, por su implicación social, cultural, religiosa, moral, etc... Y henos con una nueva historia falsa -por incompleta- que solo se fija en personajes más o menos ilustres y nobles, teniendo en cuenta más sus apellidos antes que sus obras, como si ellos -en exclusiva- hubieran sido los autores de los hechos y vida de los citados pueblos; algo así, como si la vida o Historia de la Iglesia, fuera la lista de sucesión -sin más- de los Papas, Cardenales, Arzobispos, Obispos, Sacerdotes, Priores, Abades, etc., sin contar con el pueblo cristiano llano y sencillo, y reduciéndola a clérigos, si bien en el caso de Méjico, su historia y liberación, no se entiende si excluimos –pongo un ejemplo entre muchos otros- al cura Hidalgo, único padre de esa gran patria o país. Sin ese Cura de por medio, los mexicanos seguirían unidos -como nosotros (los del Tabaibal)- a espakistania. Que la Historia no es cosa de listas de hombres más o menos nobles y su importancia por el puesto u orden en la sociedad, sino -también- los de la misma sociedad, a pesar de no ser nobles e ilustres, que son éstos, los verdaderos artífices, aún en sus miembros o componentes más humildes, autores y actores de revueltas, de revoluciones, de cambios, etc., empujados por la fe y acompañados de los eclesiásticos.
No se puede -pues- abrir lagos y lagunas, huecos y vacíos en la historia. La Historia, debe cubrir todos los estamentos y grupos. Y ninguno, más significativo, que el papel de la Iglesia, en los distintos acontecimientos en el devenir de los hechos de la sociedad, en el tiempo, y ello de forma in-interrumpida, ya que siempre estuvo al lado del pueblo al que nunca dejó de servir y buscar su bien (en todos los órdenes), fiel a su Fundador (nuestro Señor y Dios Jesucristo).
Y un ejemplo de lo que antecede, es que, si apartamos a la Iglesia de las distintas artes (con sus Historias): la arquitectura, la música, la literatura, la pintura, la imaginería, la cultura, el desarrollo, el avance, la libertad, etc., etc., no habría Historia, pues está impregnada hasta en los tuétanos de su patrocinio y vida. ¿Cómo -pues- se prescinde de la misión social y otras de la Iglesia, en dos siglos de nuestra Historia, sin escuchar a la voz autorizada de la misma a través de sus historiadores, reduciéndola al desconocimiento y lo dicho al comienzo? Esa falsa historia, no puede interesar a nadie; y quien la lea va a tener una visión torcida y equivocada, parcial y tendenciosa, de una parte de la sociedad, que no se corresponde con la verdad de los hechos, por reduccionista y excluyente, por ocultar y no mostrar todos los hechos y a sus protagonistas (la Iglesia), al no contemplar la totalidad y quitar el liderazgo de la misma, que es y fue, la que la hizo caminar y avanzar, hasta el presente. Se engaña y miente así al pobre lector.


Vas y recibes esto, con estampa de la Virgen incluida:
Hoy comienza la novena de la Aparición de la Virgen de Fátima: Cuando recibas el correo reza un Ave María y hazle un pedido especial.

"Dios te salve María, llena eres de gracia.  El Señor está contigo. Bendita tú eres, entre todas las mujeres; y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús.   Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

(Tu petición).

Por favor no rompas la Novena, envíala a 12 personas que creas merecen justicia, paz, amor, salud, prosperidad, verdad...

Y a uno, sencillamente, le da pena, pasen estas cosas, que en lugar de ir al fondo, se queden en la cáscara y encima colaboren con el desprestigio y la deformación de la Religión. ¡Si leyeran a San Juan de la Cruz -por citar a uno de los muchos textos y autores a los que se pueden ir a beber agua limpia, se encontraría con lo que dice el santo, cuya fiesta fue el recién pasado 14 de diciembre, que dice lo siguiente!:

“La principal causa por la cual en la ley antigua eran lícitas las preguntas que se hacían a Dios, y convenía que los profetas y sacerdotes quisiesen visiones y revelaciones de Dios, era porque entonces no estaba aún fundada la fe ni establecida la ley evangélica y así, era menester que preguntase a Dios y que él hablase, ahora por palabras, ahora por visiones y revelaciones, ahora en figuras semejanzas, ahora en otras muchas maneras de significaciones. Porque todo lo que respondía y hablaba y obraba y revelaba eran misterios de nuestra fe y cosas tocantes a ella para enderezarlas a ella. Pero ya que está fundada la fe en Cristo y manifiesta la ley evangélica en esta era de gracia, no hay para qué preguntarle de aquella manera, ni para qué él hable ya ni responda como entonces.
Porque en darnos, como nos dio, a su Hijo -que es una Palabra suya, que no tienen otra-. Todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola Palabra, y no tienen más que hablar.
Y éste es el sentido de aquella autoridad, con que san Pablo quiere inducir a los hebreos a que se aparten de aquellos modos primeros y tratos con Dios de la ley de Moisés, y pongan los ojos en Cristo solamente, diciendo: Lo que antiguamente habló Dios en los profetas a nuestros padres de muchos modos y maneras, ahora a la postre, en estos días, nos lo ha hablado en el Hijo todo de una vez.
En lo cual da a entender el Apóstol, que Dios ha quedado ya como mudo, y no tienen más que hablar, porque lo que hablaba antes en partes a los profetas ya lo ha hablado en él todo, dándonos el todo, que es su Hijo.
Por lo cual, el que ahora quisiese preguntar a Dios o querer alguna visión o revelación, no solo haría una necedad, sino haría agravio a Dios, no poniendo los ojos totalmente en Cristo, sin querer otra cosa o novedad. Porque le podría responder Dios de esta manera: “Si te tengo ya hablado todas las cosas en mi palabra, que es mi Hijo, y no tengo otra cosa que te pueda revelar o responder que sea más que eso, pon los ojos solo en él: porque en él te lo tengo puesto todo y dicho y revelado, y hallarás en él aún más de lo que pides y deseas”.
Porque desde el día que bajé con mi espíritu sobre él en el monte Tabor, diciendo: Este es mi amado Hijo en el que me complazco; a él oíd, ya alcé yo la mano de todas esas maneras de enseñanzas y respuestas, y se la di a él, porque yo no tengo más fe que revelar, más cosas que manifestar. Que si antes hablaba, era prometiéndoos a Cristo; y si me preguntaban, eran las preguntas encaminadas a la petición y esperanza de Cristo, en que habían de hallar todo bien, como ahora lo da a entender toda la doctrina de los evangelistas y apóstoles.”

(Del tratado de san Juan de la Cruz, presbítero, Subida al monte Carmelo [Libro 2, cap. 22, núms. 3-4]).

Nota: lo de las peticiones, merece otro comentario (otro día)...

De comida atlántica...
... sin gofio, tampoco es comida atlántica, y por supuesto, de los platos y recetas sobran l@s de carne de cabra, pues si encima que tenemos pocas, las matamos para comerlas, ¡acaba y vamos! Y por claro, se pueden poner muchos platos con gofio: gofio escardado, gofio amasado, gofio en rala, gofio frito, gofio y azúcar (si se le añade un poco de aceite, queda riquísimo, y si se le pone queso tierno -estrujado-, ya es una exquisitez), gofio “polviado”, etc., etc.

Y lo mejor de la cabra...
... el beletén (que no suero); el beletén, es la primera leche después de parir, y es una auténtica golosina. Con gofio..., ¡es que es demasiado! Se guisa esa leche, echándole la mitad de agua, y según va llegando a hervir, se retira cuando comienza a espesar y a hacerse tumbos..., ya luego, se escurre ¡y a la nevera (cuando se enfríe)! Si fuera del segundo día, al guisarlo, hubiese que ponerle menos agua, y queda más suave, algo “bobo”, pero está también muy bueno...; ya el tercer día es leche normal. Y toda vez, que varios amigos pastores, o gente con cabras, me lo regala, pues cada dos por tres tengo ese manjar en mi mesa

¡Bien por Rivero!:
Siempre y cuando cumpla lo que dijo: que dará licencia a los proyectos bloqueados –sin poner fecha (¡tal vez nunca las dé!, ¡ojalá!), siempre y cuando se salve el territorio. Lo cual me hace pensar dejará edificar –como los guanches- sobre tosca y piedra, pero no sobre la tierra de cultivo... ¡vamos a ver!

Lo malo de Rivero:
Que denuncie y lleve a los tribunales a los que lo difaman, como si el oficio no conllevara eso. ¡Mira que si un servidor hiciera o mismo, algunos estarían enchironados!, pero ¿vale la pena? “Si ladran, es que cabalgamos”. Del que no dice ni pío, nadie se ocupa, pero del que trabaja, dice o hace algo, tiene a esos que medran gracias a uno. Y que esto no lo sepa el presidente, además de ser maestro de escuela, sorprende. “A palabras necias, oídos sordos...”

A mí me da, que...
... tantos millones de turistas en el tabaibal: lo degradan, lo ensucian, lo empuercan, lo hace irrespirable, lleno de grasa, de excrementos, de orina, de condones, de heces, de basura, de escupitajos, de vómitos, de miseria, de pobreza, de papeles, de mocos, de miradas, de pasadas, de infectan, lo parasitan, lo reducen, lo minimizan, lo degradan, lo hollan, lo patean, lo manchan, lo pringan, lo afean, lo restan, lo merman, lo estercolan, lo... (¡siga usted, amable lector, si es tan observador!). Solo dejan residuos, desechos, restos...

Nota:
(11). - M. P. II. Doc. 20, 33. 37 y 60

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