Sobre mi tesis (25):
La apertura del Nuevo Mundo a los jesuitas quedaba sancionada por la Real Cédula de 1566, que pedía 24 misioneros a disposición del Consejo de Indias (9). El nuevo General Francisco de Borja prepara simultáneamente dos grupos, destinados a los dos centros de la presencia española en América, los virreinatos del Perú y México. Los peruanos emprenderán el viaje en 1567; los mexicanos, en 1571.
Sobre mi tesis (26):
La primera carta escrita desde la ciudad de los Reyes, se ha perdido. En enero de 1569, el granadino H. Diego de Bracamonte envía una larga relación de las primeras actividades apostólicas e instalación del grupo en una ciudad “que es otra Sevilla” (10). Entretanto se preparaba en España nuevas expediciones.
¿Estiércol o compost?:
Antes, todo agricultor que se preciara, tenía su propia fábrica de estiércol el mejor abono o salud para la tierra: el estiércol de sus propios animales (porque todo agricultor era al mismo tiempo ganadero); pero ahora no; ahora, enseñan a la gente del campo –sin animales- a hacer compost. Sí, el gobierno da cursos para aprender a hacer esa cosa que sustituye al estiércol, y no le llega ni de lejos a la sombra (con lo fácil que es promover la ganadería y sobraría el estiércol).
Antes lo dijo un cura (Jorge Hernández)...
... después un juez (Javier García): que con la crisis, para no verla, y como el avestruz, que entierra la cabeza, para que no la vean, se está metiendo no ya en la cocaína, sino en la heroína, que crece en la medida que decrece el atendimiento del campo: es decir a menos trabajo agrícola y ganadero (prohibido, vetado, protegido el paisaje, etc.), en esa misma proporción aumenta, crece, se dispara el consumo de heroína, por aquello de: ojos que no ven, corazón que no sufre, Pero, de todo esto: ¿no hay alguien culpable? El que la consume no, porque es una víctima del sistema, que la propicia...
Otros, por la crisis, arriesgan sus vidas...
... es el caso, de los que no teniendo nada que echar al caldero o sartén, cogen una caña, y se van a la orilla de la mar, y por la desesperación de pescar algo qué comer, el mar se los come a ellos. Y ya nos debieran dar la lista y número, de los que el mar se traga, por querer sacar del mismo algo que echarse a la boca, y como en los que mueren por malos tratos, nos digan los que el mar se lleva...
Los otros, lo hacen en la calle:
Me refiero a los mendigos, que ya pululan y van en aumento, por las calles, por los comercios, por todas partes. Los peores, los vergonzantes, que prefieren morir de hambre, antes que ir a Cáritas (ahora sustituida por algunos alcaldes, que hacen campaña de su bohomía, con gestos caritativos cristianos de dar limosna...), ¡la cosa se pasa de morado oscuro! Y esto, esto no ha hecho sino empezar. Y a todo esto: el campo vallado, vetado, cerrado a que en él se haga lo que siempre se hizo, para comer: trabajar la tierra y en ella animales (menos perros [a no ser que sea para cuidar los rebaños])...
¡Eso sí!:
En las ferias –no de animales, sino de chucherías- nos siguen vendiendo cosas del campo: cencerras, yugos y arados, joses, y otros útiles para las faenas del campo, y así nos engañan, con una agricultura y ganadería de niños, de juguetes, de adornos, de... ¡artesanía! Y llaman a eso: desarrollo local...
Lo que prometen...
... y nada, sobre la agricultura y ganadería, es lo mismo, los programas electorales. ¡Qué pena, que ni Pp, ni Psoe, ni CC-NC, digan algo sobre volver al campo, defendiendo al campesino de tantas trabas y dificultades, obstrucciones, prohibiciones, y que con lo que dicen, la cosa va a seguir igual y a peor, puesto que nada enmiendan, ni corrigen o cambian...
Y sobre el paro y la agricultura:
Si se consiguiera producir el 50% de lo que consumimos, y para ello se volviera al campo, de donde no sale ni el 4 % de lo que comemos, habría muchísimo trabajo, trabajo que haría desaparecer el paro y con él la crisis. Así pues, ¿a quién ayuda e interesa este estado de cosas?
A la agricultura, le sobra ayudas:
Las ayudas, son las que frenan la agricultura: esperando, con la mano extendida la ayuda, en lugar de tener las manos con el sacho y la jose, que éstas sí que son la verdadera y única ayuda que necesita la agricultura, que se la atienda, no se la abandone, se la mime, y no se la frene con multas, por todo, y por nada. Que está el sector (humano), asombrado, con miedo, parado, con temor a...
Y lo peor de la agricultura y ganadería:
Que los jóvenes, no estén dispuestos a coger el testigo, y ser el relevo, con lo que vamos a menos y hasta desaparecer, porque si mueren, enferman y se retiran los mayores, y no aparece la continuidad, esto desaparece. Al respecto, hay que tomar medidas: en lugar de cursos, poner a grupos de jóvenes, solo y simplemente, y sin más, a observar cómo y qué hace cualquier campesino, que es doctor en esa materia, aunque sea analfabeto.
El futuro, lo tenemos más que oscuro...
Pues, más grave aún:
Que lo que comemos, por venir de fuera, y sin saber con qué tratamiento, y sin sabor, lo nuestro, de tenerlo sería sin más –y no es lo de menos-: tendría calidad (sol y tierra nuestra), tendría frescura (del productor al consumidor), y tendría variedad (porque tenemos de todo y en todo tiempo). Pero nuestra desgracia, son las grandes superficies, que nos llenan de basuras traídas ¡Dios sabe!, mientras que lo nuestro se pudre, sin más.
Y ante este panorama:
Siguen erre que erre, con la misma cantinela: que la crisis la hace desaparecer el turismo. Que el sector turismo es el único que hay que cultivar y cuidar, que da leche y lechugas. Que no hay otro camino, ni sendero para salir del paro, como no sea trabajando con los turistas. Que si el turismo crece. El turismo se consolida (¿?). Pues, ¡dale que te pego!
Notas:
(9).- El texto en Monumenta Borgiana (1910) IV, 226, n. 6
No hay comentarios:
Publicar un comentario